Barra al paso

Durante décadas, choripanes y pizzas reinaron en el desértico paisaje de la comida al paso con ADN porteño. Recién con el cambio de siglo se multiplicaron los shawarmas, surgieron los despachos en el Barrio Chino, y crecieron propuestas hipsters en Palermo y San Telmo, sumándose a las comidas del Altiplano en Liniers y Abasto. Hoy, Gut, es una de las últimas novedades en la materia, que desde hace poco menos de un año, pretende (y logra) ofrecer una buena opción al paso elaborada con cuidado y respeto por el buen comer. A primera vista se trata de una barra de madera a la calle, con una serie de pizarrones que anuncian los platos disponibles. Apenas un banco sobre la vereda sirve para apurar los enormes sándwiches que ofrecen y, al fondo, la impoluta cocina completa el local. Daniel, a cargo, cuenta con larga experiencia en gastronomía y sabe bien lo que el barrio y su comensal demandan.

Todos los platos de la muy variada carta se terminan en el momento con mano atenta. El menú tiene una sección dedicada a los sándwiches, desde el popular chori ($40) en pan crocante y rico chimichurri hasta la infaltable hamburguesa ($80, con barbacoa, tomate y espinaca), pero lo mejor es ir por el chicken ginger ($90, muslo de pollo marinado), con la pungencia justa del jengibre y el punto que le da la mostaza dulce.

Como no sólo de panes vive el hombre, Gut ofrece también platos de cocina, entre ellos un pulpo a la gallega ($380, precio difícil de empardar), un mero en dos cocciones ($190) o una entraña con guarnición ($150). Todos los platos salen en porciones generosas y puntos de cocción ajustados. 

Otra especialidad de la casa es el yogur helado, elaborado de manera artesanal, sin aditivos químicos ni conservantes. Para beber, amén de las consabidas gaseosas y aguas, hay disponibles botellas de kéfir ($70, a base de agua, no confundir con el yogur), una bebida probiótica con, dicen, incontables beneficios para la salud.

Más allá de una oferta creciente, la ciudad sigue precisando de barras a la calle ofreciendo buena comida. Gut cumple con la consigna a la perfección.

Gut queda en Ugarteche 2810.  Teléfono: 4801-2325. Horario de atención: lunes a sábados de 11.30 a 21.


En Boedo también se consigue

El auge de la cerveza producida a pequeña escala ya no es novedad. Con mejor y peor suerte, proliferan marcas y estilos, tantos que abruman al consumidor menos avezado. Por eso, hay bares que se propusieron salvar este inconveniente, ofreciendo múltiples canillas al modo de una curaduría experta, que funciona a su vez como garantía de calidad. Y uno de los mejores ejemplos es On Tap, pequeña cadena que ya va por su sexta apertura (cinco en Buenos Aires, una en Mar del Plata). Y que esta vez eligió Boedo como destino, en una zona que de a poco aumenta su oferta gastronómica. 

Si bien todos los locales de On Tap son similares (gran barra, 20 canillas, un pizarrón, iluminación escasa, banquetas y mesas altas), el de Boedo gana encanto gracias a la esquina que ocupa, en el pasaje Bidegain. La vereda arbolada, el tráfico reducido y la zona de casas bajas invitan a ocupar la vereda y prolongar la charla, vaso en mano.

La pizarra anuncia las cervezas, aclarando marcas, estilos, cantidad de alcohol y amargor (IBU) de cada una. Hay para todos los gustos: desde una Kraken Golden, amable y fácil de beber, hasta la impronta chocolatera de una Porter, pasando por la doble IPA de Wesley. Desde la apertura hasta las 20:30 la pinta cotiza a $50; luego $50 la media pinta, $80 la completa.

Otro punto a favor de On Tap es la comida. Las papas ($70, con diversas salsas) se hacen al momento, y salen sequitas, calientes y crocantes, como corresponde. Hay también hamburguesas generosas, un sándwich vegetariano y uno de bifecitos de pollo ($110 cualquiera, aunque por $150 se sirve el combo con papas y birra). Si bien el foco es la cerveza, a los platos se les nota cuidado y cariño en su elaboración. 

El prejuicio suele creer que las cadenas, de a poco, descuidan la oferta. No es el caso de On Tap, que sigue creciendo por la ciudad, sin descuidar lo que se come y lo que se bebe. Los clientes, y el barrio de Boedo, agradecidos.

On Tap Boedo queda en Muñiz 1002. Teléfono: 2088-7043. Horario de atención: martes, miércoles y domingo de 17 a 24; jueves, viernes y sábado de 17 a 1.


Fresco, rico y a buen precio

Pablo Mehana

Almorzar en el Microcentro y zonas aledañas es uno de los dramas cotidianos que enfrenta el oficinista medio porteño. Comer caro y mal es mucho más que una posibilidad, especialmente al acercarse a la zona de Retiro, donde los precios son aún mayores. Y es justo allí, en la Recova, donde está De los frutos, recomendable opción con su ventanal sobre la avenida, el bicicletero, los azulejos blancos, la barra, unas pocas mesas y una pizarra que anuncia las opciones disponibles. La atención, si bien amable, despacha a toda velocidad la fila que se forma cada día desde las 13. 

La carta es corta y bien pensada, con productos de buena calidad y en cantidades generosas, desde las ensaladas ($85 a $90) ofrecidas en la heladera mostrador y condimentadas con vinagretas caseras (la Anita, por ejemplo, lleva arroz integral, rúcula, pollo, queso y castañas de cajú) hasta la variedad de wraps ($90 a $120), que salen con pollo, cerdo, carne o salmón ahumado, de sabores contundentes y definidos.

La especialidad pasa por los sándwiches elaborados con panes del día, preparados especialmente para la casa. El de pastrón ($105) incluye mermelada de cebolla, queso dambo y pepinos, en un bagel de buen tamaño y untado con rica mostaza. Es muy sabroso el vegetariano ($90), con verduras grilladas, queso, espinaca y alioli, en pan de semillas tostado. Y todos los días se ofrece alguna opción adicional por fuera de carta, como por ejemplo un wrap de merluza con mayonesa de cilantro y huevo duro. Para beber, un enorme recipiente ofrece limonada ($25 el vaso) con rodajas de pepino.

Para ser diurno, De los frutos tiene un horario extenso: a la mañana arranca con café Nespresso y facturas, mientras que ya a las cuatro de la tarde todavía permite apurar un almuerzo tardío, con lo que haya quedado disponible. En total, se elaboran 200 platos por día, que se venden todos, más allá de no tener envío a domicilio. A los que forman cola día a día frente a la puerta, no parece importarles: la espera es poca si la comida es rica, fresca y a buen precio.

De los frutos queda en Av. Del Libertador 256. Teléfono: 4328-8842. Horario de atención: lunes a viernes de 9.30 a 17.30.