Las calaveras de Sonny, artista callejero sudafricano, sí que chillan: dicen “¡Peligro de extinción!” Porque, además de pintar murales de bichos en precaria situación en espacios abiertos de las más diversas ciudades (desde Londres y Nueva York hasta Johannesburgo y Ámsterdam), fabrica el muchacho réplicas de cráneos de animales, para luego intervenirlos con significativos motivos y sobredosis de color. “Patrones tribales del país de origen adornan los huesos expuestos, llevando a casa el mensaje de que al perderlos también estamos perdiendo parte de nuestro patrimonio”, explica el pintor sobre su serie To The Bone, donde las calaveras de leopardos, gorilas, orangutanes, lobos, leones, osos panda reciben tratamiento singular, solo compartiendo una característica glam: las dentaduras, siempre doradas. Amén de generar conciencia, Sonny lleva un año paseándolas por distintos puntos del mundo, reuniendo fondos para salvaguardar a las criaturas cercanas a su corazón. Y es que, por cada pieza vendida (sean las pinturas o los cráneos en cuestión), dona el pelilargo un 10 por ciento a Project C.A.T., que pretende crear un hábitat amigable y protegido para tigres en India y Bután. Por lo demás, arenga el artista a “tomar entera consciencia del impacto que tendrá en nosotros, los humanos, la desaparición de ciertos animales, en tanto son parte de nuestra cultura, de nosotros mismos”. Su intención, aclara, no solo es emperifollar calles y hogares: es generar impacto e inspirar que otros tomen cartas en el asunto.