Los trabajadores del Instituto Nacional de Tecnología Industrial denunciaron hoy siete nuevos despidos y advirtieron que los cesanteados podrían ser más. La dirección del organismo invalidó las tarjetas para entrar y salir del predio de Villa Pueyrredón a siete empleados durante la hora del almuerzo, a quienes tampoco se les permitió acceder al comedor. La novedad alteró los planes originales del cuerpo de delegados, que había previsto participar mañana de manera masiva de la movilización al Obelisco y que decidió mantener el acampe en el predio de Migueletes hasta la reincorporación de todos los despedidos y solo enviar una delegación a la concentración.
Giselle Santana, delegada de ATE, denunció que "las autoridades no hablan con nosotros” y ante cualquier requerimiento “responden a través de agentes de seguridad”, efectivos de la Policía de la Ciudad, de la Guardia de Infantería y una empresa privada, Murata, apostados allí desde el lunes pasado, cuando comenzó el acampe.
“Queremos que den explicaciones, que digan cuántos despidos hay y con qué fundamento”, reclamó Santana, quien confirmó que el cuerpo de delegados decidió prolongar el acampe y continuar con la ocupación pacífica del predio. "Los nuevos despidos se inscriben en el proceso de reestructuración que ya denunciamos y en la eventual privatización del organismo", aseguraron los trabajadores tras la asamblea vespertina.
El conflicto se inició el 26 de enero con 258 despidos, de los cuales solo fueron reincorporados 30 trabajadores por orden judicial.
El viernes pasado, las nuevas autoridades del INTI quisieron presentar el nuevo organigrama del instituto en Parque Norte, pero el propósito se frustró luego de que el auto del vicepresidente de la entidad, Damián Testori, atropellara al delegado Francisco Dolmann, causándole heridas en un brazo.