El tenista bonaerense Nicolás Kicker, que sorpresivamente no apreció en el cuadro de jugares que disputarán desde este domingo el torneo de Roland Garros, segundo Grand Slam de la temporada, recibió ayer una pésima noticia de parte de la Unidad de Integridad del Tenis (TIU), que lo encontró culpable de arreglo de partidos y decidió aplicarle una suspensión que le impide jugar hasta tanto se conozca la sanción definitiva.
La TIU, organismo creado por iniciativa de la Junta de Grand Slam, la Federación Internacional de Tenis (ITF), la ATP y la WTA con un enfoque de cero tolerancia a la corrupción en el tenis, encontró culpable a Kicker en los cargos de amaño de partidos en los challenger de Pádova y de Barranquilla en el año 2015. Y acusa al tenista de Merlo, que ocupa actualmente el número 84 del ranking, de no haber informado de un intento de soborno y de no haber cooperado en la investigación que se inició en su contra.
Según informó la TIU en un comunicado, Kicker no podrá participar de ningún torneo –por lo que se perderá Roland Garros, al que había clasificado directamente por su ubicación dentro del top 100– ni siquiera entrar a cualquier club de tenis que esté dentro de la órbita de la Federación Internacional, y para volver a hacerlo deberá esperar a que se resuelva su situación.
El caso de Kicker, también integrante del equipo argentino de Copa Davis, se suma al de otros tenistas que ingresaron en la lista negra del tenis mundial como el austríaco Daniel Koellerer, quien llegó a ser número 55 del ranking en 2009 y dos años más tarde acusado de arreglar partidos y luego suspendido de por vida por la Federación que regula el tenis mundial; o el rumano Alexandru-Daniel Carpen (274 en dobles), también sancionado de por vida por intentar sobornar a otro jugador para que este arreglara un partido