La Justicia de España condenó ayer al gobernante Partido Popular (PP) por haber lucrado a través de una gran red de sobornos, desvío de fondos y adjudicaciones ilícitas de obras públicas, en el mayor caso de corrupción de la historia democrática del país, e impuso duras penas de prisión a los principales acusados.
La decisión de la madrileña Audiencia Nacional de España sobre el “caso Gürtel” supone un duro, aunque esperado, golpe al partido del presidente del gobierno Mariano Rajoy, que se convierte así en la primera fuerza política de dimensión nacional en ser condenada por corrupción en España.
El tribunal considera probado que el PP se benefició de la trama, y lo condena, como persona jurídica, a pagar 245.492 euros. Las dos figuras más representativas del escándalo, el ex tesorero del PP Luis Bárcenas y el empresario Francisco Correa, fueron condenados a 33 y 51 años de cárcel respectivamente.
El caso Gürtel, que comenzó a ser investigado en 2008 pero cuyos orígenes se remontan a mediados de la década de 1990, sacudió a España y se convirtió en uno de los principales problemas del partido gubernamental, que sufrió un deterioro de la confianza en Rajoy y una pérdida de votantes.
La trama reveló no solo la existencia de una trama de corrupción en el seno del PP - que adjudicaba ilegalmente obras y contratos donde gobernaba- sino también la existencia de una “contabilidad B”, que registró durante décadas su financiación ilegal y que el presidente Rajoy siempre negó.
Las reacciones al dictamen judicial no se hicieron esperar, generando una tormenta política en España, donde al mismo tiempo que se conocía la inédita sentencia tenía lugar un megaoperativo policial en Cataluña por el desvío de fondos públicos al plan de secesión catalán.
El líder de Ciudadanos, Albert Rivera, cuyo apoyo permite gobernar a Rajoy –y fue clave en la víspera para sacar adelante el presupuesto– anunció que evaluará su relación con el PP para el resto de la legislatura, tras asegurar que la sentencia es “muy grave” y supone “un antes y un después” para la democracia del país por haber condenado por corrupción al partido gubernamental. Además, afirmó que un “gobierno debilitado por la corrupción va a ser aprovechado por los independentistas” y eso, Ciudadanos, “no lo va a permitir”.
Mientras los liberales amenazan con romper con el PP, el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, instó al Partido Socialista (PSOE), que lidera la oposición, a presentar una moción de censura ante el escándalo que supone tener “un partido de delincuentes al mando del gobierno”.
Sin embargo, en contraste con las duras respuestas de Ciudadanos y Podemos, el PSOE de Pedro Sánchez sólo emitió un escueto comunicado en el que considera “inaceptable” la respuesta del PP y el Gobierno a la sentencia del caso Gürtel, puesto que en su opinión implica “políticamente” al presidente Rajoy. Es poco probable que los socialistas presenten la moción de censura, puesto que en plena tensión y crisis institucional por el desafió secesionista de Cataluña, la dirección se mostró contraria a dejar caer el gobierno. Asimismo, salvo que Ciudadanos tome la delantera, la aritmética parlamentaria obligaría a pactar la salida de Rajoy con los independentistas.
El PP afrontó la grave crisis en la que quedó envuelto, y que comprometió su situación al frente del Ejecutivo, negando haber conocido los hechos de corrupción y afirmando que apelará la sentencia, que no es firme. “El Gobierno no fue condenado”, subrayó Rafael Hernando, vocero del PP en el Congreso.
Las penas dictadas por la Audiencia Nacional contra 29 de los 37 acusados en el juicio suman un total de 351 años de cárcel, y corresponden a los primeros cinco años de la trama Gürtel, entre 1995 y 2000. Las condenas más altas fueron para el cabecilla de la red, el empresario Correa –de cuyo apellido se deriva el nombre del caso, ya que ‘Gürtel” significa correa en alemán–, y para el ex secretario de organización del PP en Galicia, Pablo Crespo, con 37 años y medio.
Por su parte, Bárcenas, fue condenado a 33 años y cuatro meses de cárcel y a una multa de 44 millones de euros, mientras su esposa, Rosalía Iglesias, se enfrenta a 15 años de prisión. Bárcenas, la figura política que está en el centro de la trama, fue condenado por varios delitos fiscales tras descubrirse que tenía una fortuna de más de 48 millones de euros en Suiza, que obtuvo gracias a su papel como intermediario en adjudicaciones públicas ilícitas, sobornos y desvíos de dinero hacia el PP durante 10 años.
La Fiscalía Anticorrupción pidió una vista oral para reclamar el ingreso a prisión inmediato de 16 condenados. Se trata de la primera sentencia de la trama Gürtel, que comenzó a investigar el juez Baltasar Garzón en agosto de 2008 tras una denuncia del ex concejal del PP de Majadahonda, José Luis Peñas.
Este funcionario conservador aportó grabaciones de las conversaciones de Correa con autoridades que apuntaban hacia una red de corrupción en este municipio madrileño y en Pozuelo, que resultó ser mucho más amplia, extendiendo principalmente a las Comunidades de Madrid y Valencia, gobernadas por el PP.
Antes del PP, a principios de año, en el ámbito regional, la Justicia condenó al partido catalán Convergencia Democrática de Catalunya (CDC), al que pertenece el ex presidente Carles Puigdemont, por haberse financiado ilegalmente con 6,6 millones de euros a través de comisiones por la adjudicación de obras públicas a la constructora Ferrovial.