Oasis empezó el 31 de mayo de 1993 en Glasgow y terminó el 28 de agosto de 2009 en París. Supersonic, el documental de Matt Whitecross producido por el mismo equipo de Amy, cuenta los años previos al show en Escocia donde los descubrió el dueño de Creation Records Alan McGee, y llega hasta los dos recitales en Knebworth, Inglaterra, en 1996, donde tocaron para 250 mil personas con tickets solicitados por más de dos millones y medio. La idea de hacerlo fue de Noel Gallagher, el hermano mayor, el autor de las canciones, el que impuso el fin de la banda. Pero en los créditos aparecen los dos como productores ejecutivos. Liam, el frontman, el canchero y rebelde, fue el que terminó promocionando la película: “Noel está muy ocupado en su súper mega casa. Debe estar comiendo tofu con una máscara facial ahora”, dijo en el estreno. 

Además de justo por la efeméride, el recorte de Supersonic es perfecto porque no hace tratamiento de autobiografía definitiva. Porque tal vez tarde en llegar, pero no hay chance de que los Gallagher se pierdan esa reunión. En un momento Liam recuerda quedarse quieto en silencio durante minutos mirando a la multitud como la mejor sensación del mundo: “Control puro”. Noel dice que Oasis y el público tenían un magnetismo especial. Ellos en sí no eran los mejores en nada: a las canciones las volvían extraordinarias las millones de personas que las cantaban. Y hasta entonces no llegaban a treinta entre Definetely Maybe y (What´s The Story) Morning Glory?, el cuarto disco más vendido de la historia de Gran Bretaña, donde están las que hicieron el clic universal. “Wonderwall” debe ser uno de los temas más aprendidos de memoria que existen, y “Don’t Look Back In Anger” es tan grata y emocionante que logró correr la atención del centro, de Liam, el hermoso de las manos en la espalda, a la derecha, a Noel, el inmóvil guitarrista y líder del grupo. 

A Liam no le interesaba componer y Noel nunca quiso ser frontman. Empezó a cantar a la fuerza cuando Liam tomó la costumbre de abandonar el escenario. Los días de estudio Liam decía: “Yo no me voy a quedar a mirar como tocan la guitarra”, y se iba al pub. Después todos se asombraban de su facilidad para interpretar las canciones del hermano. Pero cuando Noel empezó a decir cuáles iba a cantar él, Liam se molestaba: “¿Qué hago yo, el té?”. A los relatos para el documental los dieron por separado. También hablan Paul, el verdadero hermano mayor, y Peggie, la madre. Dice ella que de chico Liam era el diablo, que Noel fue el que más padeció al padre violento, que no le habría gustado que Liam esté en una banda sin Noel, y que se pasó la vida preocupándose por ellos. 

El recorte de Supersonic es perfecto porque representa adecuadamente la arrogancia que hizo de los Gallagher esos personajes icónicos. La ausencia de contexto musical es un gesto acorde. Apenas hay una referencia al acid house, cuando Liam dice que en la época de bailar empastillados, la onda de ellos, chicos de clase trabajadora, de cerveza y fútbol, era completamente otra. A Blur ni los nombran. Pero el recorte es honesto y funciona porque muestra el parecido de sus personalidades y complejiza la imagen que podía tenerse del bueno y el malo, el lindo y el talentoso. Los dos Gallagher subían a recibir premios y se burlaban, no agradecían. Eran irónicos con los periodistas, agrandados, mal hablados, muy graciosos. Además de ser, antes y sobre todo, dos hermanos que no se soportan. En un espectacular rastreo de archivo, Supersonic arma un retrato familiar de dos considerables horas que sólo incluye los personajes y secuencias que hicieron de Oasis la banda eterna que es y nada más. El primer viaje a Estados Unidos pasados de cristal meth confundido con cocaína, ahí donde pudo haber terminado todo antes de empezar. Quiénes son y cómo era el vínculo con los músicos Bonehead, Giggs y Tony McCarroll, el primer baterista que echaron. El sonidista Mark Coyle, el descontrolado manager McGee. Nada de novias ni referencias hacia adelante (los relatos están en off: visualmente el documental podría ser del 2000). Finalmente el recorte es acertado porque después de Morning Glory y los recitales en Knebworth no había más subida posible a nivel convocatoria. Y musicalmente Oasis no sería la banda más interesante de indagar. Hay clásicos posteriores a ese disco -en Be Here Now hay tres o cuatro, en Heathen Chemistry está la famosa “Songbird” de Liam-, pero lo que vino después fue más de lo mismo. Dejando la historia en el ‘96 capturan el momento en que fueron la banda más grande del mundo, eluden la mundanidad de haberse repetido hasta la separación, y quedan debidamente del lado de los rockeros tradicionales y no de las celebrities sanas y maduras de la era digital. Durante 2009 Oasis giró el último disco Dig Out Your Soul. Noel ya viajaba separado del resto de la banda. Liam había arrancado su marca de ropa Pretty Green y la publicitaba en los shows. A Noel le molestaba. El 28 de agosto se presentaban en el Festival Rock en Seine de París. Días antes Liam había hecho suspender una presentación en Inglaterra por resaca o laringitis según quién lo diga. La noche de París discutieron en camarines como cualquier otro día. Liam amenazó con una guitarra y revoleó una ciruela que dio contra la pared. Noel esa vez se negó a salir a tocar. En You Tube está el abucheo y la pantalla con el anuncio de suspendido. “No puedo trabajar un día más al lado de Liam”, dijo después en comunicado de prensa. Liam piensa que estaba buscando la excusa para cortarse solo. Que la mujer no lo deja estar en Oasis. Lo molesta por Twitter, lo llama “Potato”. Noel cree que Liam dejó de poder cantar y que ya sólo amasaban fortuna. Dice que tiene los próximos cinco años planeados con los High Flying Birds y habla bellezas de su mujer y vida hogareña. Tienen 44 y 49 años. Los primos Gallagher no se ven y abuela Peggie sufre. De los dos, el capaz de reconocer que extraña la energía del otro es Liam. Se tiende a pensar que él necesita más que Noel la reunión de Oasis. También podría pasar que el insufrible mascachicle se convierta en un buen compositor; ahora firmó contrato en solitario con Warner Music. Beady Eye estuvo a punto de funcionar hasta los problemas de salud de Gem Archer, el guitarrista que entró en Oasis en 1999 cuando se fue Bonehead, uno de los fundadores. Originalmente Oasis se llamó The Rain y Liam Gallagher fue el cuarto en incorporarse. Ninguno tenía mucha idea de nada así que el frontman sugirió invitar a Noel, su hermano que se la pasaba encerrado en la habitación escribiendo canciones. Y es cierto: nunca se soportaron pero siempre se necesitaron. El futuro tiene la última palabra.