Una marea interminable de personas se reunió para despedirlo. No había pasado tanto tiempo desde aquel 2001 que terminó con casi 40 muertos en Plaza de Mayo y la peor crisis de la historia argentina reciente. Dos años después de aquel estallido, Néstor Kirchner había llegado al poder y transformado radicalmente la Argentina: renovó la Corte Suprema, bajó el cuadro del dictador Rafael Videla, estatizó el Correo y Aguas Argentinas, lanzó la moratoria previsional, encabezó la cumbre latinoamericana que le dijo no al ALCA, canceló la deuda con el FMI. Falleció el 27 de octubre de 2010. Parte de aquella multitud que quiso acompañarlo por última vez, a pesar de la lluvia, había pisado esas mismas calles frente a la Casa Rosada al grito de “que se vayan todos”.