Mauricio Macri estuvo de gira por el NEA y se reunió con cinco gobernadores para relanzar el Plan Belgrano. “Es el Programa más ambicioso de nuestra historia”, sostuvo el presidente en su paso por Puerto Iguazú y Resistencia. El Plan Belgrano fue una de las principales promesas de campaña de la Alianza Cambiemos. En el debate con Daniel Scioli, Macri anunció que destinaría “16.000 millones de dólares de inversión de infraestructura para conectar el Norte con el resto del país”. Esos fondos serían utilizados para mejorar la infraestructura vial (10.000 millones de dólares), ferroviaria (5000 millones) y aerocomercial. El Programa se propone reducir la desigualdad territorial en las provincias de Jujuy, Salta, Tucumán, La Rioja, Catamarca, Misiones, Corrientes, Chaco, Formosa y Santiago del Estero. 

En el tramo inicial del gobierno macrista, la conducción de la Unidad Plan Belgrano (organismo creado con rango ministerial) quedó en manos de José Cano. La gestión del titular de la UCR tucumana fue blanco de severas críticas. La mayoría de los gobernadores norteños se quejaron por su ineficiencia. Es más, el opooficialista Juan Manuel Urtubey reclamó su renuncia en varias ocasiones. 

En esa línea, el Secretario de Relaciones Internacionales de la provincia de Tucumán, Jorge Neme, denunció que “los recursos nacionales destinados a inversiones transferidos a las provincias del Norte disminuyeron del 46,3 por ciento en 2015 al 33,9 por ciento en 2016”. El año pasado, Cano renunció para encabezar la lista de candidatos a diputados nacionales por Tucumán. El alejamiento del dirigente radical no aplacó las críticas. La oposición denuncia que el Plan Belgrano continúa siendo “mucho ruido y pocas nueces”. Por ejemplo, la recuperación del ferrocarril Belgrano Cargas avanza a paso muy lento. 

La elaboración e impulso de ese proyecto comenzó en el último tramo de la gestión kirchnerista. El 4 de diciembre de 2013, el Ministerio del Interior y Transporte y la compañía China Machinery Engineering Corporation (CMEC) firmaron un contrato cuyo objeto era recuperar los ramales troncales del Belgrano Cargas. El convenio incluía el financiamiento chino para la compra de locomotoras, vagones y reparación de vías.

El macrismo transformó ese ítem en uno de los puntales del Plan Belgrano. Sin embargo, los fondos invertidos son inferiores a lo prometido. Según los datos de la Asociación Argentina de Presupuesto y Administración Financiera Pública, el Belgrano Cargas insumió apenas 938 millones de pesos en 2016. Los números del 2017 son aún más bajos: 918 millones. En otras palabras, el presupuesto descendió en términos nominales. 

Por otro lado, las ventajas impositivas a sojeros del norte (devolución adicional del 5 por ciento del valor FOB) fueron computadas por el gobierno cómo “inversiones” del Plan Belgrano. El ex director de la FAA, Pedro Peretti, denuncia que los principales beneficiarios de ese reintegro son un “puñado de depredadores ambientales, disfrazados de productores de soja de zonas alejadas del puerto”. “Pero lo peor de lo peor, no es la transferencia monetaria; es el mensaje implícito que conlleva la decisión, es un auténtico festival del retrógrado e inhumano modelo agrario de monocultivo inducido con concentración de tierras y rentas. La Argentina no resiste un metro más de soja ni un centímetro menos de bosque”, concluye Peretti.

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@diegorubinzal