La campaña “Un millón de firmas contra la Reforma Previsional” llegará esta semana al Congreso. La iniciativa que exige la derogación de la ley aprobada a fines de diciembre en medio de una brutal represión sumó militantes en más de 3500 mesas de todo el país a lo largo de cinco meses y logró superar la cifra que sus impulsores se habían planteado como objetivo. Las planillas con las firmas más las adhesiones recolectadas desde las redes sociales se presentarán el martes a las 17 a todos los legisladores que se opusieron a la poda de jubilaciones.
“La reforma perjudica a los actuales jubilados, pensionados, a los trabajadores que se jubilarán con una disminución del haber inicial, a los ex combatientes de Malvinas y a los beneficiarios de la AUH, entre otros”, señala el texto que firmaron más de un millón de personas. Con el cambio de fórmula cobrarán un 11,2 por ciento menos y al finalizar el año recibirán un aumento del 18,4 por ciento cuando con la fórmula anterior deberían cobrar un 29 por ciento más, destacan desde “Podemos Hacer. Ciudadanía democrática en defensa propia”.
“La idea nació de distintos colectivos que trabajamos en la defensa de personas mayores, que ante la imposición de esta reforma, indignados, nos organizamos para que todo el país pudiera manifestarse”, explica Mónica Roqué, presidenta de la Sociedad Latinoamericana de Gerontología Comunitaria e impulsora de la campaña junto con Laura Berardo, concejal de Lomas de Zamora y coordinadora de la comisión de inclusión social del Instituto Patria, y Federico De Marziani, presidente del Centro de Estudios de Políticas Públicas para Personas Mayores.
“Hablamos con partidos pero sobre todo con organizaciones de la sociedad civil, clubes de barrio, y se fue sumando gente de todo el país, sobre todo de centros de jubilados, que son más de seis mil. La sociedad tomó el tema como una reivindicación y un límite a un gobierno que permanentemente quita derechos”, reflexionó.
Los distintos colectivos que formaron parte de la campaña convocan a acompañar a los adultos mayores que el martes entregarán las firmas a los legisladores “con la alegría que nos da estar de pie, para evitar más sufrimiento, y para pedirles que defiendan nuestros derechos solicitando la derogación de la ley votada en diciembre”.