Juan Pablo Meneses vino a la Feria Internacional del Libro de Rosario a dar un taller sobre un libro que todavía no existe. Incluso, el encuentro que ofreció el sábado en el Centro Cultural Fontanarrosa va a formar parte de ese libro inédito. El periodista chileno, autor de obras como Periodismo portátil y Sexo y poder, el extraño destape chileno, entre otros, lo aclara desde el vamos. Es un performer, y lo admite. Su periodismo performático lo lleva a pararse frente al auditorio de la Sala B del Fontanarrosa para leer una suerte de manifiesto de la religión que acaba de fundar: la Iglesia de la Religión Portátil. Es que el chileno está metido desde hace una década en una trilogía literaria que tiene como orgullo inaugurar una nueva vertiente dentro del periodismo: el periodismo cash. "Trato de explicar el mundo de hoy, que se maneja comprando cosas", explica.
En el periodismo cash, Meneses compra con dinero en efectivo al protagonista de su libro. Comenzó en 2008 con La vida de una vaca, donde compró a La Negra para contar todo el proceso desde que el ganado nace hasta su inexorable final en el matadero, que no es otra cosa que mirar bien de cerca a la industria del alimento.
En 2013 editó Niños futbolistas, para cuyo proceso adquirió a una promesa del fútbol para poder contar de qué se trata ese fabuloso mercado de la compra y venta de pequeños futbolistas, los sueños de los protagonistas, las frustraciones y el omnipresente rol de los padres en esa picadora de carne que es la búsqueda del éxito.
Meneses entiende a este nuevo tipo de periodismo como una forma de ejercer la profesión poniendo el cuerpo y el alma. "Un cronista tiene que escribir de temas de los que no tenga idea de nada, al escribir algo, hay que buscar hacer algo nuevo en lo que todos ya saben", lanza en forma de consejos y lo resume así: "Hay que salir de la burbuja porque si no, nada nos sorprende".