Una organización barrial advirtió sobre el aumento de la demanda alimentaria en los sectores más postergados de la periferia rosarina. Se trata de la agrupación 16 de Abril, a partir del trabajo social en algunos barrios como el Toba de Rouillón y Maradona, Molino Blanco, en la zona de Ayacucho al 6000, y en el barrio Esperanza, de Villa Gobernador Gálvez.
"Estamos notando cada día cómo crece la desesperación de la gente, que tiene menos trabajo y menos asistencia estatal. Reina el abandono y la tristeza de no poder alimentar a los hijos", observó Julio Vallejos, referente de la entidad barrial.
En ocasión del 25 de Mayo, la organización se vio desbordada de demanda alrededor de ollas de locro que sirvió en los barrios mencionados. En el extremo sudoeste como en el sur rosarino, los militantes de la 16 de Abril atendieron a familias enteras que acudieron a las ollas populares. Hubo largas colas para acceder a la comida y bastó para que desde la agrupación barrial luego resolvieran difundir lo ocurrido. "La desnutrición infantil crece, los padres se van quedando sin recursos y el estado desaparece. Rosario todavía es una ciudad con importante asistencia en salud pero la gente pierde sus changas, y el hambre se hace presente. Lo que esta sucediendo es muy triste", concluyó Vallejos.