Desde Roma
Pese a los esfuerzos del ahora ex primer ministro encargado de hacer el gobierno, el abogado Giuseppe Conte, y pese a algunos pasos adelante y al costado –pero nunca atrás– de los líderes de la alianza mayoritaria surgida de las elecciones de marzo, Luigi di Maio del anti establishment Movimiento Cinco Estrellas (M5E) y Matteo Salvini de la derechista Liga, que se mantuvieron siempre en posiciones bastante rígidas, Italia no logró formar el gobierno que se esperaba desde hace más de 80 días. Y muy probablemente deberá llamar a nuevas elecciones.
Ayer por la tarde Conte se presentó en el Palacio del Quirinale –sede de la presidencia– y entregó al presidente de la República, Sergio Mattarella, una lista de ministros inamovible. En esa lista aparecía un nombre, el del economista Paolo Savona como candidato al ministerio de la Economía, que Mattarella había ya cuestionado –dado que la Constitución le confiere el derecho de cuestionar los ministros si lo considera necesario– por sus abiertas posiciones antieuropeístas y antieuro. Sobre este tema el presidente Mattarella había hablado nuevamente ayer por la tarde con Di Maio y Salvini separadamente.
Cuando Conte salió del encuentro con Mattarella, se limitó a decir a los periodistas que había renunciado al encargo de formar un gobierno que le había conferido el presidente. Nada más. No dio ninguna explicación sobre los motivos de esa renuncia.
En cambio fue el presidente Mattarella quien hizo un discurso sin pelos en la lengua ante la prensa, cosa bastante rara en el mundo político italiano donde en general se mantienen ciertas formalidades. Se notó que el presidente Mattarella estaba molesto con la decisión tomada por los dos partidos que le quisieron imponer “aceptar todo el gabinete de ministros o ir a elecciones”.
Aun sabiendo la necesidad que el país tenía de un gobierno “he esperado los tiempos que ellos me pidieron”, dijo Mattarella haciendo alusión a las varias postergaciones de las decisiones que los dos partidos le solicitaron para poder ponerse de acuerdo entre ellos sobre el programa y los ministros. “Nadie puede decir que yo obstaculicé la formación del gobierno que ellos llamaron ‘del cambio’ (…) Presté especial atención a algunos ministerios (...) No acepté solo el candidato a ministro de la Economía porque ese ministerio significa un mensaje inmediato al mundo económico y financiero mundial (…) Frente a mi pedido no hubo ninguna disponibilidad (…) Hice todo lo posible para hacer nacer un gobierno político”, concluyó Mattarella indicando que en los próximos días, después de consultas con el Parlamento y los partidos, dará a conocer cuáles serán los pasos a seguir. El camino más probable es la formación de un gobierno técnico hasta que se hagan nuevas elecciones en el otoño europeo, es decir octubre o noviembre.
Pero el M5E y otro partido de Derecha, Fratelli d’Italia, que no aceptaron el “veto” puesto por el presidente a Savona, acusaron a Mattarella de no haber respetado el voto de los italianos y pidieron para él el “impeachment”, es decir el juicio político, cosa que parece más bien una reacción de rabia pero bastante improbable. “Estoy muy enojado –comento Di Maio del M5E–. Estamos trabajando desde hace decenas de días, de día y de noche. La verdad es que están haciendo todo lo posible para que el M5E no pueda gobernar”.
La pelea por el caso Savona, economista prestigioso y con mucha experiencia en el mundo bancario italiano, había empezado hace varios días. El viernes pasado, Conte y el presidente Mattarella ya se habían reunido para discutir sobre los ministros. Conte llevaba las órdenes definitivas de los líderes Salvini y Di Maio. Ambos defendían a ultranza a Savona con la indicación de “o se acepta Savona o se va a nuevas elecciones en octubre”. Incluso se había manejado la posibilidad de que Savona funcionara como asesor de la presidencia del Consejo de Ministros, es decir asesor de Conte. Pero Di Maio y Salvini se negaron también a esto.
Conte, que es abogado y profesor universitario pero no tiene ninguna experiencia política, se reunió el viernes también con Ignazio Visco, la máxima autoridad del banco central italiano, la Banca d’Italia. Una hora y media de conversación en la que Visco le advirtió sobre los riesgos que corre Italia en este momento, dándole a entender cuánto importante era la elección del ministro de economía.
Nunca recuperada completamente de la crisis económica del 2009, Italia ha provocado en los últimos meses de incertidumbre política, un aumento notable del llamado “spread”, es decir la diferencia de rendimiento de los bonos a 10 años del estado italiano (llamados Btp)y los bonos iguales del estado alemán (Bund). Ese spread es uno de los indicadores usados en el mundo financiero europeo para definir la confiabilidad de la economía de un país. La diferencia entre esos dos indicadores era de 137,3 puntos el 5 de marzo de este año, es decir un día después de las elecciones nacionales que se hicieron el 4. Hoy es de 206,3 puntos, lo que ha puesto muy nerviosos a todos los sectores productivos y financieros italianos y europeos. Una de las consecuencias de ese spread es el aumento de los intereses que se pagan por préstamos bancarios y otros servicios.
¿Por qué se ha producido esta diferencia? Según los expertos la diferencia es debida en parte a la incertidumbre provocada por la no formación de un gobierno durante 80 días desde las elecciones. En parte también porque el programa de gobierno armado por M5E y Liga incluye una serie de medidas económicas como la disminución de las tasas, la atribución de una consistente contribución económica a los desocupados, la baja de la edad de jubilación, entre otras, que costarían una considerable cantidad de dinero al país. Pero el programa nunca explicó de dónde saldría el dinero para afrontar esos gastos.
Dentro del Parlamento italiano, cuando se habla de nuevas elecciones algunos exponentes ven peligrar los cargos de diputados o senadores para los que han sido apenas elegidos y han dicho que darían su voto de confianza en el Parlamento al gobierno que presentara Conte. Entre ellos dos ex miembros del M5E que se habían ido al llamado “grupo mixto” de senadores, y dos senadores elegidos en Argentina, el presidente del Maie (Movimiento Asociativo Italianos en el Exterior) Ricardo Merlo, y el presidente de la Asociación Centro Calabrés de Buenos Aires, Adriano Cario. ¿Por qué darán su voto de confianza?, se les preguntó. “Porque es la primera vez que un programa de gobierno habla de los italianos en el exterior”, respondió Merlo. Ahora la situación de todos ellos cambiará
Mientras tanto el diario romano La Repubblica publicó esta semana un chiste de humor negro, aludiendo a que la alianza de gobierno –es decir la ex alianza de M5E y Liga– quería llevar a toda costa a Italia hacia el centro. Pero en el dibujo aparecían dos lápidas en un cementerio, una de ellas llevaba el nombre de Argentina y la otra de Venezuela. El centro estaba indicado por una flecha entre ambas, pero siempre en el cementerio.