En su último discurso, antes de viajar a Curitiba para cumplir con su condena, Lula fue más potente que nunca. Con la voz ronca, por el cáncer pero también por el cansancio de tener que atravesar un proceso injusto a los 72 años, dejó trazadas algunas líneas fundamentales para la militancia y los ciudadanos brasileños. Al inicio, se dio el lujo de hacer algunos chistes y presentó a los ex ministros, sindicalistas y políticos que lo acompañaron durante su gobierno y ahora compartían el escenario. Enseguida, destacó la presencia de Guilherme Boulos: “Es un compañero de alta calidad. Ustedes tienen que tomar muy en serio a este chico, digo chico porque tiene 35 años. Cuando yo hice la huelga del 78 tenía 33 años y conseguí, a través de esa huelga, crear un partido y convertirme en presidente”. En efecto, Boulos es el candidato más joven de la historia de Brasil por el Partido Socialismo y Libertad (PSOL). La novedosa fórmula del PSOL, no sólo cuenta con el debut de este joven sino con el de su compañera, Sonia Guajajara, la primera líder indígena que se presenta en una contienda electoral por la presidencia. Después destacó a la otra joven precandidata del PC do B, Manuela D’Ávila y, a continuación, a algunos cuadros del PT: Dilma Rousseff, Fernando Haddad (ex ministro de Educación y ex alcalde de San Pablo, uno de los nombres que circulan para sucederlo), Celso Amorim, etc. Al final de su discurso reiteró la importancia de contar con estos jóvenes candidatos que, según Datafolha, tienen un 1 y 2 por ciento de intención de voto. ¿Por qué el candidato favorito de Brasil decidió ponderar estos cuadros?
Guilherme Boulos nació en San Pablo en 1982, en una familia de clase media. Se formó en la Universidad de San Pablo (USP) en la Facultad de Filosofía, Letras y Ciencias Humanas, donde trabaja como profesor. Comenzó su militancia en el movimiento estudiantil (en la Unión de la Juventud Comunista) y algunos años más tarde continuó su carrera política en el Movimiento de los Trabajadores Sin Techo (MTST) del cual es hoy su referente. El MTST, que tiene más de veinte años de lucha, busca solucionar el problema habitacional que afecta a más de 6 millones de personas en Brasil.
A pesar de las críticas al PT, Boulos participó activamente de las movilizaciones contra el golpe parlamentario a Dilma Rousseff y fue uno de los referentes que más presencia arrastró a las calles en resistencia al encarcelamiento de Lula. El acto conjunto en Curitiba con Lula y Manuela D’Ávila, la movilización de sus fuerzas en apoyo al ex mandatario o el guiño de Lula en su discurso muestran, por ahora, una unidad informal de la izquierda brasileña. Ante la pregunta por un frente electoral de izquierda, Boulos responde que la prioridad es salvar a la democracia brasileña del abismo.