Un informe realizado por el médico legista de Gendarmería y los análisis de ADN que se practicaron sobre el material biológico hallado en el lugar donde fue encontrado el cadáver del cura Juan Viroche ratifican la hipótesis del suicidio y descartan la posibilidad que el sacerdote haya sido víctima de un homicidio como sostienen sus familiares, amigos y vecinos. La reautopsia realizada por el forense de Gendarmería, Carlos Dante Barrionuevo, ratificó el informe preliminar del Cuerpo Médico Forense de Tucumán. Barrionuevo concluyó que la muerte del cura fue por “compresión violenta del cuello con caída simultánea de altura” y “no se observan (...) lesiones externas, hematomas, contusiones ni excoriaciones que indiquen signos de lucha”.
Peritajes por Viroche
Este artículo fue publicado originalmente el día 31 de diciembre de 2016