Los dos hijos de Rosana Galliano, que viven con el asesino de su madre, José Arce y con su abuela paterna, Elsa Aguilar, ambos condenados por el crimen, comenzarán a revincularse con sus abuelos maternos, por decisión de la justicia y bajo la supervisión de la Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia (Sennaf).

La titular de ese organismo, Yael Bendel, confirmó a PáginaI12 que “los chicos ya tuvieron un primer encuentro, que duró alrededor de dos horas, con sus abuelos maternos. Fue muy emotivo y los chicos estaban muy contentos”, aseguró.

El juez Carlos Alberto Ruiz, titular del Juzgado de Familia de San Isidro, dictó el fallo que permite la revinculación de los chicos que ahora tienen 11 y 12 años, quienes tendrán varios encuentros más con sus abuelos, y luego comenzarán a quedarse con ellos los fines de semana. 

Bendel explicó que la Sennaf tomó intervención en agosto “para constatar si los niños ellos fueron escuchados durante el proceso judicial y si sus derechos estaban garantizadas”. “Ninguna de las dos cosas ocurrió, incluido el derecho a tener contacto con su familia materna, el que está interrumpido hace años”, dijo la titular de Niñez.

De la audiencia participaron además de representantes de la Secretaría de Niñez, el servicio zonal de Pilar y una abogada del niño.

La funcionaria sostuvo que en la audiencia del jueves “el juez escuchó al equipo de la Secretaría, que será la intermediaria y supervisará la revinculación de los niños con su abuela y su abuelo materno, brindando informes periódicos al juzgado y aportando asesoramiento psicológico, algo que los chicos no tienen ahora”, informó Bendel.

A pesar de que los padres de Galliano pidieron la tenencia de los chicos luego del asesinato de su Rosana (29), el 16 de enero de 2008, en los casi nueve años que transcurrieron desde entonces, los abuelos maternos, Graciela y Reynaldo, pudieron ver en muy pocas oportunidades a sus nietos. Según Bendel, sólo una vez por año. Arce y su madre interrumpían el vínculo constantemente y no permitían el contacto.

El proceso de revinculación llevará un tiempo y se hará con el acompañamiento de especialistas, ya que cuando ocurrió el asesinato de su madre y perdieron la relación con la familia materna, los ahora casi adolescentes, tenían tres y cuatro años. Después, algo que la justicia deberá explicar en algún momento, vivieron con su padre y su abuela paterna, ambos condenados por el Tribunal Oral en lo Criminal 1 de Zárate-Campana a cadena perpetua por “homicidio triplemente calificado por el vínculo, alevosía y la participación de tres o más personas en carácter de instigadores”. Es decir, el como el autor intelectual del crimen por encargo, cometido en una casa del barrio El Remanso de Exaltación de la Cruz, y la abuela de los chicos por facilitar los medios necesarios para que el homicidio fuera ejecutado. El fallo fue ratificado por Casación Penal bonaerense, la Suprema Corte de Buenos Aires y la Corte Suprema de Justicia de Nación.

Los dos condenados fueron beneficiados con la prisión domiciliaria: Aguilar por tener más de 70 años –tiene 86 ahora–, y Arce, de 67 años, que obtuvo el mismo beneficio en 2015, por razones de salud.