Gustavo Petro es uno de los líderes de izquierda más reconocidos en Colombia y América Latina en las últimas dos décadas. Alcalde de Bogotá, senador de la República, representante a la Cámara, Petro ocupó también diversos cargos en Zipaquirá, Cundinamarca. Ya había aspirado a la presidencia, lo que lo llevó a renunciar a su carrera de senador donde se destacó por denunciar el paramilitarismo enlodando el nombre de Alvaro Uribe, su principal contrincante. Este hombre de origen caribeño estuvo alzado en armas en el ejército guerrillero Movimiento 19 de Abril (M-19), que firmó un acuerdo de paz que llevó al asesinato de sus principales líderes ya desarmados. Petro es quien más lejos ha llegado tras la desmovilización del M-19.
Su gran capacidad de convocatoria en plazas públicas y la clase trabajadora y campesinos es uno de sus fuertes demostrado con votos en los comicios de ayer. Su lista de congresistas se llamó ‘lista de la Decencia’ y logró una amplia participación con rostros nuevos como es el caso de María José Pizarro, hija del comandante del M-19 Carlos Pizarro asesinado cuando era candidato presidencial. Durante su Alcaldía en el Palacio de Liévano en Bogotá, entre 2012 y 2015, Petro sacó adelante polémicas políticas como la de financiar drogas a los pacientes adictos como asunto de salud pública, y por manejos de las basuras fue destituido por el procurador de derecha Alejandro Ordónez, por el cual votó cuando se desempeñó como senador. Luego, fue reintegrado a su cargo al final de su período de gobierno convirtiéndose en uno de los políticos más controvertidos de los últimos tiempos. En la capital no logró los votos esperados pero sobrepasó las expectativas en la Costa Caribe colombiana, así como en el Pacífico, donde está aliado con líderes sociales, indígenas y campesinos que lo respaldan con fervor por su compromiso con defender el acuerdo de paz en marcha, y los diálogos actuales con el Ejército de Liberación Nacional (ELN). Sus opiniones sobre Chávez y la crisis Venezolana son su punto débil pues han sido tergiversados y usados para desinformar al electorado colombiano. Sin embargo, quienes siguen su carrera política y el país en general lo recuerdan bien desde 2006 cuando fue elegido como el tercer senador más votado en la historia de Colombia. Ese año destapó la infiltración paramilitar en los gobiernos e instituciones públicas. Desde 1990, cuando entregó sus armas y se decidió a cambiar el país por las vías de la política, Petro ha desempeñado importantes cargos, fue parte de los constituyentes que cambiaron la carta política colombiana en 1991. Además, fue fundador del Polo Democrático Alternativo, principal partido de oposición en Colombia que luego se dividió dejando al líder Jorge Robledo, hoy congresista, en apoyo al candidato presidencial Sergio Fajardo, que sacó 200 mil votos menos en las votaciones de ayer, y por tanto no alcanzó a pasar a segunda vuelta.