El juez federal Ariel Lijo fue sorteado y quedó a cargo de investigar la denuncia del fallecido fiscal Alberto Nisman contra la ex presidenta Cristina Kirchner por la firma del Memorándum de Entendimiento con Irán, pero la causa podría pasar a su colega Claudio Bonadio, quien ya tramita otro expediente por “traición a la patria” con los mismos imputados. Así lo adelantó ayer el fiscal ante la Cámara del Crimen, Ricardo Sáenz, al recordar que en el juzgado federal de Bonadio ya se tramita otra causa contra la ex presidenta y varios ex funcionarios por ese acuerdo.
“No hay que descartar que el juez sorteado sostenga que la causa por traición a la Patria de Bonadio está más avanzada y mande todo a Bonadio; hay que ver cuál es el criterio del nuevo juez”, declaró Sáenz. Lijo, titular del juzgado federal 4, resultó sorteado en la mesa general de entradas de la Cámara Federal porteña, en cumplimiento a la orden emitida el jueves por la Cámara Federal de Casación Penal de reabrir la causa por la denuncia de Nisman y apartar al juez Daniel Rafecas.
En reemplazo de Rafecas, que desestimó en dos oportunidades investigar la denuncia del fiscal fallecido aduciendo la inexistencia de delito, el mayor tribunal penal del país ordenó designar un nuevo juez por sorteo para que realice las medidas de prueba sobre la denuncia de Nisman. De igual manera, apartó a los integrantes de la sala I de la Cámara Federal, Eduardo Freiler y Jorge Ballestero, que también desestimaron la denuncia de Nisman dos veces. A partir de ahora, en este caso, el expediente será revisado por la sala II del mismo tribunal.
A menos que abra la feria judicial de enero y disponga iniciar el tratamiento del expediente durante el mes de receso en Tribunales, Lijo se haría cargo de la causa en febrero, cuando debería instrumentar las 45 medidas de prueba que originalmente había solicitado el fiscal Gerardo Pollicita y que Rafecas desestimó.
En febrero del 2015, luego de la muerte de Nisman, Lijo se declaró incompetente para tratar esa denuncia, aduciendo que no había conexidad entre ésta y la causa por la cual envió a juicio a oral –ahora en curso– al ex presidente Carlos Menem por al desvío de la investigación para ocultar la llamada “pista siria”.