Alberto Fernández, ex jefe de gabinete y dirigente del Frente Renovador, decidió visitar a la dirigente social Milagro Sala durante la última jornada del año. “Voy por mí, es una decisión personal en condición de ciudadano preocupado porque este tipo de cosas pasen en la Argentina”. En declaraciones por radio confesó que al hacer pública su decisión “los comentarios que recibí me hicieron rememorar los peores años del país”. Fernández pertenece en la actualidad al mismo partido del vicegobernador Carlos Haquim, quien encabeza junto al gobernador Gerardo Morales la persecución judicial contra Sala y la Tupac Amaru.

“Estoy reclamando que, mientras dure el proceso, Milagro Sala esté en libertad”, argumentó Fernández. El dirigente del Frente Renovador comparó: “El caso Schoklender, a quien se le imputa haber recibido dinero del Estado a través de una ONG y que distrajo ese dinero con otros fines, es la misma imputación que Milagro Sala, y está en libertad”. Fernández agregó que “quien gobierna (Gerardo Morales) ni bien llegó, quiso mostrar severidad con sus opositores”.

“La voy a ver el 31. No la conozco a Milagro Sala, no conozco a la agrupación de ella ni la responsabilidad que le cabe. Pero sí conozco que no debe estar detenida porque las leyes argentinas dicen que nadie está obligado a soportar el estado de detención en la situación del proceso”, señaló el ex funcionario. “He descubierto que hay una Argentina latente que me asusta porque la cantidad de gente que me dijo que no vaya ‘porque no te conviene’, ‘porque algo habrá hecho para estar ahí’ y todo eso me recordó a los años de los militares. Acá no cargo tintas sobre el gobierno, estoy cargando tintas sobre la sociedad”, describió sobre los cuestionamientos que recibió a través de las redes sociales.

Fernández confesó que no sabe cuánto comparte “ideológicamente con Milagro Sala, no sé si es culpable o inocente, pero no voy a dejar que se repita la historia en la Argentina donde vemos a alguien detenido y por el solo hecho de que no se parece a nosotros, hacernos los distraídos”. Por último, remarcó: “Voy a ir porque creo en el Estado de Derecho y estoy convencido de que están haciendo un abuso”. Sala había recibido para la Nochebuena la visita del gobernador de San Luis, Alberto Rodríguez Saá, y el diputado Luis Lusquiños.