PáginaI12 En Italia
Desde Roma
Ha sido definida por la prensa italiana como una crisis “sin precedentes” en la historia de la República. De hecho la renuncia, el domingo, del primer ministro Giuseppe Conte designado para formar un nuevo gobierno y que había sido propuesto por los dos partidos mayoritarios de las elecciones de marzo, el Movimiento Cinco Estrellas (M5E) y la derechista Liga, ha causado todo tipo de reacciones en el mundo político. Y no parece que las cosas se puedan aplacar tan facilmente.
No obstante eso, el presidente de la república Sergio Mattarella, que está en el centro de los ataques, convocó ayer por la mañana al economista Carlo Cottarelli, para formar un nuevo gobierno provisorio. Economista de larga experiencia, Cottarelli estudió en Italia y en Gran Bretaña, trabajó para el banco central italiano, la Banca d’Italia y para el Fondo Monetario Internacional (FMI) en Washington pero también como Comisario Extraordinario para la Revisión del Gasto Público (y por eso llamado Mr Tijera), nombrado en 2013 por el entonces primer ministro Enrico Letta.
Una vez que Cottarelli diseñe un programa de gobierno y elija los ministros, que deben ser todos técnicos y no políticos, deberá primero presentarse ante Mattarella y si éste le da el visto bueno, deberá ir al Parlamento y obtener un voto de confianza.
Mattarella quisiera en realidad que este gobierno técnico durara hasta fin de año, de modo de poder aprobar la Ley de Presupuesto, que en general se hace en octubre/noviembre, y recién ir a elecciones en enero. Pero si Cottarelli no consigue el voto favorable del Parlamento, su misión se reducirá a organizar las elecciones después de agosto próximo. Todo hace suponer que Cottarelli se presentaría hoy ante el presidente Mattarella con la lista de ministros.
El partido que se jugará en el Parlamento tampoco se presenta fácil, sobre todo por las amplias disputas que se han desencadenado dentro de la alianza de centroderecha liderada por Silvio Berlusconi, que tiene la mayoría relativa en las dos Cámaras. Con el número de parlamentarios en la mano, de todas maneras se puede decir que el M5E y la Liga conseguirían la mayoría para decirle NO a las elecciones en enero. Forza Italia no está para nada de acuerdo con lo que viene haciendo el M5E como para darle su voto. M5E y Liga contarían por su cuenta en la Cámara con 346 votos (la mayoría son 316) y en el Senado 167 (la mayoría son 161). Por lo cual todo hace suponer que las elecciones podrían ser más bien en septiembre u octubre y no en enero, y que la alianza M5E-Liga podría continuar.
Al centro de todas las críticas y polémicas desatadas el domingo está el presidente Mattarella, quien actuó según los derechos que le confiere la Constitución, tratando de proteger, como dijo a la prensa, “los ahorros de los italianos”. Mattarella rehusó aprobar por esta razón a Paolo Savona como candidato a ministro de la Economía propuesto por Matteo Salvini de la Liga y Luigi Di Maio del M5E, porque por lo visto lo consideraba un peligro para Italia dado que, entre otras cosas, es un crítico de la moneda única y podría haber propuesto la salida de Italia del Euro. Mattarella propuso en su lugar a otro economista y dirigente de la Liga, Giancarlo Giorgetti, pero los dos líderes se opusieron.
Por esta razón Di Maio habla ahora de hacerle un juicio político al presidente porque según él no respetó el resultado de las elecciones de marzo e hizo todo lo posible para impedir que el M5E llegara al gobierno. “Estamos convencidos e iremos adelante con el impeachment. Obligaremos al Parlamento a discutir sobre esto y sobre todo haremos que en las próximas elecciones no esté el mismo presidente. Yo estimaba a Mattarella pero la decisión del domingo fue incomprensible”, concluyó Di Maio.
Mattarella por su parte ha recibido la solidaridad de decenas de políticos, de parlamentarios, de magistrados pero tambien de la gente común, a través de las redes sociales. Entre ellos el presidente francés, Emmanuel Macron. “Reitero mi amistad y mi apoyo al presidente Mattarella que tiene ante sí una tarea esencial, la de mantener la estabilidad institucional y democrática de su país. Y lo hace con mucho coraje y gran responsabilidad”, dijo Macron en una rueda de prensa.
En los medios sociales sin embargo, también se vieron insultos y frases muy agresivas contra el presidente, incluso amenazas de muerte que está investigando la policía.
“Si el centro derecha apoya al gobierno de Cottarelli, la alianza de centroderecha se romperá. Sólo el PD votará a favor del gobierno de Cottarelli”, comentó Salvini. Otros en cambio creen que si en las próximas elecciones Salvini no se presenta junto a la alianza de centroderecha presidida por Berlusconi, como lo hizo en marzo, no ganará. Estas dos alternativas serán seguramente evaluadas por los integrantes de la alianza de centroderecha (Forza Italia, Fratelli d’Italia y la Liga) antes de tomar decisiones. Pero en realidad los dos líderes, Di Maio y Salvini, que al principio de la precedente campaña electoral parecían muy diferentes, ahora se presentan como muy similares y revindican el “contrato”, es decir el programa que ambos elaboraron para el gobierno que debería haber partido el domingo pero fracasó. Y declaran que ese contrato sigue siendo válido.
El centro izquierda, es decir el Partido Democrático, tiene poco peso en el Parlamento, según resultó de las elecciones pasadas. Cuenta con sólo 111 diputados y 53 senadores, lo que le da muy poco margen de maniobra y no podrá aprobar por sí sólo el gobierno Cottarelli. “Si Italia de golpe vuelve a estar en una situación riesgosa, no es culpa de la arrogancia de alguna canciller europea (Renzi se refiere a la canciller Angela Merkel de Alemania, criticada por la Liga) sino de la incompetencia de algún aspirante a estadista italiano. Somos más fuertes que nuestros miedos. Pongámonos en juego, todos juntos. Y salvemos a Italia, sus ahorros, sus valores”, escribió en Facebook el ex primer ministro del PD, Matteo Renzi.