El domingo 27 de mayo, a las 21, con el final de la presentación del libro MDA, apuntes para un aprendizaje del arte (el Método Diana Aisenberg, que compendia la experiencia pedagógica de la artista y docente a lo largo de treinta y cinco años en su taller), que fue presentado en el auditorio del sector Isla de Ediciones por el coleccionista y juez Gustavo Bruzzone (autor del prólogo del libro) y por el artista Carlos Huffmann (ex alumno del taller, hace dos décadas), junto con la autora del libro, quedó cerrada la edición 2018 de la Feria arteBA.
Se trató de una muy buena feria, resultado de un trabajo enorme por parte de los organizadores, las galerías y los artistas, a contrapelo de los tiempos difíciles que corren.
En la Sección Principal (de galerías ya establecidas) y en el sector Stage Irsa (para proyectos de menos de 5 años) las galerías hicieron presentaciones contundentes, de gran calidad, como lo fueron también las muestras especiales Cabinet (de un solo artista), U-Turn y Solo Show Zurich. Estas últimas secciones contaron con una buena dosis de tratamiento museístico. También se destacó la frescura del Barrio Joven, en donde se reunieron quince proyectos recientes, innovadores y alternativos.
La presente 27ª feria presentó obras de cuatrocientos artistas, distribuidas en más de ochenta galerías de veintisiete ciudades.
Una de las nuevas secciones de esta edición fue Zoom, dividido en dos sectores en las zonas de ingreso de la feria y por lo tanto de gran visibilidad en donde, con curaduría de Alejandra Aguado, se presentaron obras de Gyula Kosice (Eslovaquia, 1924-Argentina, 2016) y Tomás Saraceno (Argentina, 1973), para establecer relaciones entre el arte moderno y el contemporáneo, entre un artista fundamental del arte las vanguardias argentinas del siglo XX y otro que está en plena producción y crecimiento internacional. Por una parte, las piezas lumínicas y colgantes que evocaban la utopía de la “ciudad hidroespacial” de Kosice (desarrollada a partir de los años sesenta). Por la otra, la “Biosfera” (2017), enorme estructura de metal y tensores de Saraceno, que evocan al mismo tiempo aspectos de la física, la biología y la astronomía.
La 27ª feria también contó con una amplia presentación de performances (en vivo y en video), con curaduría de Rodrigo Alonso.
En el Barrio Joven, el “Premio en obra”, otorgó tres premios de $80.000 cada uno, para la galería Lateral, de Tucumán (dirigida por Florencia Sadir, Hernán Aguirre García y Gaspar Núñez) y para las artistas Nina Kovensky, quien tuvo en esta edición un solo show en la galería cordobesa El Gran Vidrio, y Fátima Pecci Carou que presentó otra individual en galería Piedras.
Como arteBA se trata de la relación de los artistas con sus galerías y con el mercado, las instituciones y las empresas locales e internacionales, es importante destacar algunas de las muchas adquisiciones que se produjeron en estos días en la feria y que tendrán impacto artístico y cultural para los artistas argentinos, dentro y fuera del país.
Gracias al programa Matching Funds entre arteBA y el Banco Ciudad, el Museo Municipal de Bellas Artes de Tandil pudo adquirir, de Carolina Antoniadis, Rizoma (2017), una pintura de 100 cm x 200 cm, en tinta, acrílico y laca, en la Galería Diego Obligado, de Rosario. El Museo de Arte Contemporáneo de Salta adquirió dos obras: La Plata de Agustín Sirai, acrílico sobre tela de 120 x 40 cm, en la galería Miranda Bosch y otra de Chiachio & Giannone, I Fiori, un bordado a mano de 2005, en la galería Ruth Benzacar. Finalmente, el Museo de Arte Contemporáneo del Sur, de Lanús, seleccionó Niña Argentina (2017) de Nora Iniesta, de 110 x 140 cm de Galería del Infinito y Soñar el Sueño, de Juan Andrés Videla, de 45 x 55 cm, en la Galería Jorge Mara. El Museo Provincial de Bellas Artes Franklin Rawson, de San Juan, con el Programa Federal de Museos, compró un obra de Elba Bairon, Sin título (2017), de pasta de papel y polvo de mármol, de 1 x 1.60 x 40 cm. Edición 1/3. 2017.
El Museum of Latin American Art (MOLAA) de Long Beach (Estados Unidos) adquirió la obra Infinito Red Sunset, sanguina sobre papel, de 100 x 70 cm, de Matías Duville, en la galería Barro Arte Contemporáneo.
Por otra parte, la Universidad Nacional de Tres de Febrero compró en la galería Ruth Benzacar una serie de 8 óleos sobre tela de 32 x 26 cm cada uno, que representan retratos de libros realizados por Carlos Huffmann.
Madero Harbour, con la asesoría de la crítica y curadora Florencia Battiti, adquirió dos obras sin título de Cynthia Cohen en galería Maman: una de 220 cm x 170 cm y la otra, de 170 x 190 cm.
El MACBA, Museo de Arte Contemporáneo de Buenos Aires seleccionó varias obras. En la galería Maman, la pieza Tony Donald (1965) de Luis Wells, de cartón y pintura, de 101 x 40 x 21 cm. En galería Revolver, Letting the light back in (2018), cuatro variaciones hexagonales de luz y oscuridad), 87 x 448 cm, realizada con pigmento puro, papel, acrílico y madera, por Martina Quesada. En la galería brasileña Luisa Strina, compró la obra del argentino Pablo Accinelli, Relación concreta (tipografía interna-tipografía externa) realizada en 2015 con vinilo y cinta adhesiva, de 60 x 90 cm. En Ruth Benzacar, compró la obra Flow Flow (2017), de Daniel Joglar; una instalación de aros y varillas de madera y metal pintados. Y en la galería Nora Fisch, eligió un tríptico de Amadeo Azar (acuarela, collage sobre papel de algodón), de 130 x 290.
El Malba adquirió tres fotos del argentino Leandro Katz y una de la mexicana Teresa Margolles. Las imágenes de Katz pertenecen a la serie El proyecto Catherwood, y fueron elegidas en la galería Henrique Faria: Tulum, una impresión sobre gelatina de plata de 33 x 42.5 cm de 1985; Estela B, impresión sobre gelatina de plata de 50.8 x 40.6 cm, de 1988 y Uxmal - Casa de las Palomas, impresión sobre gelatina de plata, de 40.6 x 50.8 cm. En el caso de la obra de la artista mexicana, se trata de una fotografía de la serie Pista de baile.
El Museo Castagnino+macro, mediante el Programa Federal de Museos, adquirió una instalación de Nina Kovensky, Realidad disminuida, en la galería el Gran Vidrio (de Córdoba) y la pintura de Juan Pablo Renzi, La noche estrellada (1988), gouache y acrílico sobre papel, de 61 x 46 cm, en la galería Henrique Faría.
El Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona compró tres obras de Magdalena Jitrik en la galería Luis Strina: El fin, el principio, de 55 cm x 70 cm, Edificio Letra, de 25 cm x 39 cm y Temple, de 25 cm x 35 cm.
El MALI –Museo de Arte de Lima– adquirió una pintura (acrílico sobre tela, sin título) de la serie erótica de Marta Minujin ,de 129 x 129 cm, en la galería Henrique Faria.
El Museo Guggenheim de Nueva York y el Reina Sofía de Madrid, adquirieron, cada uno, una obra Mariela Scafati en la galería Isla Flotante. El primero compró Ppink (2015) y el segundo, Caballetes (también de 2015).
El Museo español eligió además la obra Joy in Paperwork, de Amalia Pica, en el Instituto de Visión (de Bogotá). SE trata de una obra perteneciente a una serie realizada en papel A4 y tinta de sello, de 30 x 21 cm, de 2016.
El Lacma (Los Angeles County Museum of Art) eligió la obra Letters to Earth, de Eduardo Navarro, en la galería paulista Nora Roesler. La obra consiste en 100 nueces de bronce que contienen un trozo de nuez real. Estas “cápsulas” permitirán que el fruto se conserve intacto casi indefinidamente.