El Central presentó ayer su informe de objetivos de política monetaria para 2017. Reiteró que su principal tarea no es ni el crecimiento ni el empleo sino la inflación y que trabajará con el foco puesto en alcanzar la meta de suba de precios de entre 12 y 17 por ciento para el próximo año. En 2016 la entidad no tuvo éxito en controlar el proceso inflacionario, al cerrar el año con la tasa de inflación más elevada de las últimas dos décadas. En el organismo avalaron además distintas medidas que avanzan en la desregulación de los flujos de capitales y que se pondrán en marcha el lunes. La primera es permitir a empresas exportadoras de servicios dejar de ingresar las divisas de sus ventas en el extranjero a la economía local. La segunda es autorizar a los bancos a subir el límite de activos dolarizados del 15 al 25 por ciento de su cartera.Las reservas cerraron ayer en 38.761 millones de dólares, con una merma de 607 millones, por el pago de deuda pública. El dólar finalizó en 16,17 pesos, con suba de 2 centavos en relación con el jueves y 20,6 por ciento en el año.
“El primer objetivo del Central es velar por la estabilidad monetaria de la Argentina. Dicho propósito implica continuar priorizando, en el contexto actual, la disminución de la tasa de inflación para cumplir con las metas de inflación de entre 12 y 17 por ciento para 2017, de 8 a 12 por ciento para 2018 y 5 por ciento para 2019”, indica el informe de la entidad a cargo de Federico Sturzenegger.
Este año, pese al discurso a favor de priorizar el combate contra la inflación, los precios cerraron arriba del 40 por ciento, cuando habían sido del 25 por ciento en 2015. En el Central, no obstante, plantearon que el esquema de metas de inflación fue positivo, al conseguir que los movimientos del tipo de cambio no se trasladen a los precios. “Frente a eventos externos como la votación por el Brexit o el resultado de las elecciones en Estados Unidos, en los que el dólar estadounidense se apreció en relación a las monedas de nuestros socios comerciales, el peso se depreció marcadamente frente a esa moneda en un plazo de pocos días, sin que pudiera advertirse ningún traspaso significativo a los precios locales”. El argumento del Central no contempla que estos shocks externos hicieron subir el dólar hasta los 16 pesos, cifra que ya se había alcanzado a comienzo de año y, por tanto, el traslado a precios de los empresarios se había efectuado en ese momento.
La autoridad monetaria, en tanto, aprobó una nueva normativa que elimina la exigencia de ingresar al país las divisas que se obtienen por exportaciones de servicios. Los empresarios de este sector del comercio exterior desde el próximo lunes ya no tendrán la obligación de liquidar las divisas en el mercado cambiario en un plazo de hasta 365 días. La nueva regulación, no obstante, mantuvo la obligación para quienes realicen exportaciones de bienes. Otra de las medidas que apuntaron a la desregulación fue a favor de los bancos, quienes podrán a partir de la próxima semana tener activos en dólares por el 25 por ciento de la cartera, unos 10 puntos porcentuales más respecto de lo que se autoriza hasta el momento. En la entidad a cargo de Sturzenegger están evaluando también eliminar controles a la compra de dólares en efectivo en bancos y casas de cambio. Hoy el límite es de 2500 dólares por mes.