El Gobierno no tiene el número para empantanar el proyecto que retrotrae el aumento de tarifas y lo ata al incremento de los salarios. Y está sufriendo en las encuestas como consecuencia de la difícil situación económica, a lo que se le podría sumar el costo político de un veto. Son las dos conclusiones del video que el presidente Mauricio Macri decidió difundir ayer –a modo de una cadena nacional– para cuestionar a los senadores que avanzarán esta semana con el proyecto que ya aprobó diputados. E intentó pegarlos a la ex presidenta: “Les pido a los senadores peronistas que demuestren que existe un peronismo responsable que no se deja conducir por las locuras que impulsa Cristina Fernández de Kirchner. La etapa del despilfarro se terminó”, lanzó Macri. La ex mandataria le contestó que tratarla de loca es “típico de machirulo” (ver página 4). En la Rosada, no obstante, culpan por el avance de esta ley a Sergio Massa. Desde el massismo también replicaron: “La locura es la desinformación de Macri”, dijo Felipe Solá.
Es la segunda vez que el presidente decide grabar un discurso con cara de pocos amigos. La primera, que tampoco fue cadena nacional pero logró el mismo efecto, fue cuando anunció que le volvería a pedir financiamiento al FMI. En ese caso, le había insumido unos tres minutos. Este nuevo video llegó hasta los nueve minutos, que se dividieron entre el pase de factura a gobernadores peronistas y senadores, la búsqueda de polarizar con la ex presidenta y las recomendaciones domésticas sobre el cambio de lamparitas por LED. Para esto último, lo acompañó el silente ministro de Producción, Francisco Cabrera, a cargo del programa de cambio de lamparitas. Cabrera fue uno de los que trabajó en el discurso de ayer. También intervinieron algunos integrantes del ala dura del Gobierno, como el ministro de Producción, Juan José Aranguren, y el jefe de Gabinete, Marcos Peña, antes de partir hacia Cuba.
Esta aparición de Macri se venía gestando desde la semana pasada. El sector más dialoguista había pedido postergarla para continuar la negociación con gobernadores y senadores peronistas. La decisión de emitir el video no habla de que esas conversaciones estén teniendo buenos resultados. “Hay un 80 por ciento de posibilidades de que salga la ley”, advirtió un habitante de Casa Rosada. Y era una estimación conservadora. Está claro que la salida de Macri a pasar facturas a los gobernadores dinamita los intentos del ministro del Interior, Rogelio Frigerio, y del presidente de la Cámara baja, Emilio Monzó, por dividir a la oposición. Y pone un signo de pregunta sobre la convocatoria que había hecho el oficialismo a un Acuerdo Nacional del Desarrollo, en donde quería cerrar un consenso para el ajuste.
Pese al mensaje incendiario que les envió el presidente, en el Gobierno sostienen que las negociaciones continuarán. “Siempre fue muy complejo”, se atajan sobre el resultado de la votación en el Senado. Y por lo que ocurre culpan a Sergio Massa, a quien el presidente hace rato que bautizó como “Ventajita”. “Pichetto no quiere romper su acuerdo con Massa y no le da libertad de acción a los senadores que no quieren votar una ley que no tiene futuro. Es una iniciativa de Massa. El es el ideólogo. Pero el mensaje que les dimos es que el peronismo necesita de CFK para sacar a la ley”, insistieron desde la Rosada.
Locura y machismo
Durante los últimos minutos del video que difundieron ayer, el presidente no ocultó su bronca con los peronistas a los que hasta hace poco consideraba la oposición “razonable” con la que podía construir consensos. “Las leyes mágicas claro que suenan bien. Pero ¿qué pasa con el agujero fiscal que dejarían? No tenemos ese dinero. Le pido a los senadores y gobernadores peronistas que no voten una ley inconstitucional. Ya varios gobernadores se han manifestado en contra del proyecto. Un proyecto que va contra la ley de presupuesto que votó hace cinco meses”, indicó el mandatario, quien intentó mostrarse considerado con el impacto en la capacidad adquisitiva que vienen generando sus medidas: “Sé lo que pesa una actualización de tarifas. Y no es fácil. Pero no hay otro camino”, sostuvo, antes de pasar a tener un segmento de consejos prácticos para ahorrar, lo que le valió una burla generalizada en las redes sociales (ver aparte).
“Les pido a los senadores y gobernadores peronistas que sean responsables con el futuro de los argentinos y que no voten una ley inconstitucional. Les pido a los senadores que demuestren que existe un peronismo responsable que no se deja conducir por las locuras que impulsa Cristina Fernández de Kirchner”, les enrostró Macri.
Si la idea era polarizar, consiguió que le respondiera la ex presidenta: “Tratar de loca a una mujer. Típico de machirulo”, le contestó la ex mandataria. Fue todo lo que consiguieron sacarle, aunque es obvia la intención del macrismo de apostar a la polarización con el kirchnerismo. No por nada volvieron al discurso presidencial todas las alusiones a la pesada herencia: “Durante años nos hicieron creer que los subsidios eran gratis, que la energía es barata, que no cuesta. Es mentira que los subsidios al gas y a la electricidad no los paga nadie”, aseguró. Y reiteró que el destino era ser iguales a Venezuela.
“Esa mentira nos impidió tomar conciencia del valor real de la energía y no la supimos cuidar”, indicó. Macri reiteró algo que vienen diciéndole sus funcionarios: que, pese al golpe de los aumentos de tarifas, el consumo de energía no baja. Dijo que el consumo aumentó un ocho por ciento. En el Gobierno, existe la idea de que la población tiene todavía un margen para ajustarse con los servicios. Nadie pareció percatarse de que algunos consumos suelen ser inelásticos a la baja, por ejemplo, con el uso de calefacción en invierno cuando las temperaturas son muy frías. “Confío en que van a actuar de manera racional porque la etapa del despilfarro terminó”, completó Macri su mensaje a los gobernadores. Volvió a llamarlos a recortar el déficit fiscal, en consonancia con lo que pedirá el FMI.
Desde el massismo, devolvieron las cortesías del oficialismo. “La locura es la desinformación de Macri. El proyecto votado de tarifas justas es del Frente Renovador y del bloque Argentina Federal. Si venís mal, mejor alimentar la grieta”, afirmó Solá. “Es difícil comprender como el presidente hace referencia a un presupuesto donde la inflación iba a ser del 10 por ciento y hoy se proyecta a 28. El dólar de 18 pesos hoy está a 25. Pretender invocar ese presupuesto es poco serio”, afirmó sostuvo el diputado José Ignacio De Mendiguren.
Algunos oficialistas consideran que, con este ataque de Macri, los opositores también pagarán un costo político: se olvidan que están votando una ley que alivia el bolsillo en una situación económica difícil, mientras que el veto del Gobierno golpeará en la capacidad adquisitiva de las clases media y baja.