Israel llevó adelante ayer ataques contra la Franja de Gaza en respuesta al lanzamiento de granadas de mortero y cohetes desde el enclave palestino, en la peor escalada de violencia en la región desde la guerra de 2014, según los militares israelíes. El Ejército israelí aseguró que hubo unos 70 ataques contra su territorio desde la Franja de Gaza, a los que respondió atacando más de 30 objetivos de las organizaciones radicales Yihad Islámica y Hamas en ese enclave.
Muchos de los ataques con granadas de mortero y cohetes desde la Franja, que comenzaron por la mañana y seguían por la noche, fueron interceptados por el sistema de defensa Cúpula de Hierro (Iron Dome). Cinco israelíes resultaron heridos. Hamas y la Yihad Islámica asumieron la responsabilidad conjunta por los ataques. “Ataque por ataque y sangre por sangre”, indicaron en un comunicado. Los ataques contra Israel son una reacción “a la agresión de la unidad sionista y sus crímenes contra nuestro pueblo y nuestros combatientes”.
En los ataques a Gaza se destruyó un túnel en el área del paso de mercancías de Kerem Shalom, en la frontera con Egipto. En la franja costera palestina resultó fuertemente dañada una escuela, donde los estudiantes estaban haciendo los exámenes finales, según el Ministerio de Educación en Gaza. Por el momento no hay informaciones de heridos.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ya había señalado en la mañana que la respuesta sería contundente. El portavoz castrense israelí Jonathan Conricus consideró que queda en manos de Hamas que la situación en los próximos días siga escalando. “A la calma se responde con calma, a la hostilidad con una respuesta adecuada”, señaló el vocero, quien agregó que su país no tiene interés alguno en que escale la situación. Egipto también estría intentando distender la situación y está negociando con Hamas.
Se trata de la primera vez desde el 30 de marzo, cuando comenzaron las protestas junto a la frontera de la Franja, que los palestinos disparan contra Israel. Más de 120 palestinos murieron y miles resultaron heridos en las multitudinarias protestas y los enfrentamientos con los soldados israelíes en la zona del muro que divide Israel de la Franja de Gaza.
En Nueva York, Estados Unidos pidió una sesión de emergencia del Consejo de Seguridad de la ONU para tratar los últimos ataques. “El Consejo de Seguridad debería estar indignado por esta violencia contra civiles israelíes inocentes y la cúpula palestina debería responder por lo que permite en Gaza”, señaló la embajadora estadounidense ante Naciones Unidas, Nikki Haley.
La Unión Europea (UE) condenó los ataques a Israel en duros términos. “Conozco la capacidad de resistencia de las comunidades del sur de Israel, pero los ataques arbitrarios son completamente inaceptables y hay que condenarlos sin reservas”, señaló el embajador de la UE en Israel, Emanuele Giaufret, en Twitter. Por su parte, el enviado de la ONU Nikolay Mladenov dijo: “Este tipo de ataques (...) socavan los esfuerzos serios de la comunidad internacional de mejorar la situación en Gaza”. El diplomático pidió moderación a todos los implicados.
En tanto, la Marina israelí interceptó ayer en el mar un barco con unos 17 activistas palestinos a bordo que se disponía a romper el bloqueo marítimo impuesto en la Franja de Gaza.