“Somos un gremio legal y la empresa no nos puede despedir”, señaló ayer a PáginaI12 el secretario de Prensa de la Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y el Premetro (AGTSyP), Enrique Rositto, y aclaró que el sindicato “no ha recibido notificación” de despidos que informó Metrovías. Ayer, la empresa emitió un comunicado donde anunció el “despido de tres trabajadores” que serían representantes del sindicato y el envío de 171 telegramas con suspensiones donde 131 son delegados.
“Estamos convencidos de que se trata de una maniobra para que la gente desvíe su atención de lo que va a pasar mañana en el Congreso”, aseguró Rositto haciendo foco en la posible sanción por parte de la oposición de la ley que retrotrae las tarifas a precios de noviembre y que el presidente Mauricio Macri prevé vetar.
“No estamos notificados de ninguna acción de despido de parte de la empresa. Un día en el que no se afectó el servicio la empresa decide salir con esto. Queremos que se reabra la mesa de negociación”, explicó el dirigente gremial insistiendo con el reclamo central que impulsan los metrodelegados para que el Gobierno de la Ciudad reabra la paritaria. No obstante, remarcó “la preocupación de que a trabajadores que hicieron medidas de fuerza legales le lleguen semejante nivel de sanciones, en este caso la mayor sanción posible”.
El dato curioso del comunicado de Metrovías, donde anuncia los despidos, es que considera a los empleados desafectados como “delegados gremiales” y por lo tanto notificaron a la justicia laboral para que se los exima de fueros. Este reconocimiento contradice el discurso del gobierno de Rodríguez Larreta que los calificó como un gremio “ilegal”.
A pesar de esta novedad, los metrodelegados continuaron con sus reclamos al levantar los molinetes entre las 17 y las 20 de la Línea C. La movida incluyó la entrega de café a los usuarios y la explicación de los motivos que los llevan a tomar estas medidas. El conflicto comenzó veinte días atrás cuando el jefe de Gobierno porteño cerró la paritaria del sector con los representantes de la Unión Tranviarios Automotor, que conduce Roberto Fernández, un sindicalista con afinidad al gobierno nacional, dejando de lado a los metrodelegados. El sindicato que conducen Roberto Pianelli y Néstor Segovia comenzó una serie de reclamos que buscaron no generar el malestar entre los usuarios. Sin embargo, la semana pasada, el ingreso de efectivos de las fuerzas de seguridad a las vías provocó un enfrentamiento que dejó a trabajadores heridos y delegados detenidos.