La 116° Ceremonia de Colación de Grado que tuvo lugar en el Patio de las Américas marcó un hito en la historia de la Universidad Nacional de La Matanza (UNLaM) debido a que, además de condecorar a 147 graduados, fue la primera en la que se entregó el diploma a los 50 jóvenes que, luego de cursar seis años de carrera, alcanzaron el sueño de convertirse en médicos.

Durante la entrega de títulos, Natalia Burgos, vecina de 24 años oriunda de La Tablada, valoró “la experiencia lograda en el campo con las prácticas pre profesionales” ya que pudo confirmar lo que le gustaba desde que comenzó la carrera, por ello buscará realizar la residencia y especializarse en pediatría.

En sintonía con su colega, Gabriela Nieto destacó las tareas realizadas en los hospitales porque les permitió “rotar por diversas especialidades, como cirugía general, traumatología, primer nivel de atención, clínica médica y pediatría”, y de ese modo sentir la cercanía con los pacientes y la práctica profesional. 

Sebastián Arias, en tanto, se mostró emocionado por “alcanzar algo soñado que parecía inalcanzable” para los suyos, puesto que, junto con miles de estudiantes que pasan por la UNLaM, es el primer graduado universitario de la familia. Según el joven, el aprendizaje basado en problemas clínicos fue “un plus porque desde el primer año nos encontramos con casos que nos abrieron el pensamiento como médico clínico”. 

Respecto a la formación académica, Burgos ponderó los conocimientos y el apoyo del plantel docente de la UNLaM, y el beneficio de haber adquirido una visión más cercana con el paciente y la comunidad, “algo que te hace sentir más cómodo al trabajar”.

Por su parte, y a pesar de tener puesta la cabeza en la residencia y su futuro como cardiólogo, su ex compañero oriundo de Villa Luzuriaga, anhela continuar ligado a la Institución, pero esta vez como docente, y así “devolver algo de lo que tanto me dio”, habida cuenta que le quedaron “recuerdos inolvidables con los profesores, compañeros y toda la Universidad”.

Finalmente, la vicedecana del Departamento de Ciencias de la Salud de la UNLaM, Fabiana Lartigué, señaló “el sacrificio desde el inicio, tanto en lo teórico como en las prácticas que tuvieron estos 50 médicos, está a la altura de lo que pondera siempre esta Universidad, que es el camino a la excelencia”.