Luego de casi 10 años a cargo del gobierno, el Poder Ejecutivo porteño hizo público un proyecto de reforma que propuso la creación de una Universidad ad hoc y el cierre de las 29 instituciones de formación docente existentes. Esa propuesta se realizó sin mediar ninguna instancia de diálogo entre los institutos, los gremios docentes ni las universidades con presencia en la Ciudad.
La iniciativa generó un masivo rechazo por parte de rectorxs, profesorxs y estudiantes que trabajan en los Institutos y por especialistas en Educación que estudian estos temas desde perspectivas diferentes. Es decir, no sólo las comunidades directamente afectadas, sino también sus diversos órganos gremiales y otras instituciones formadoras de docentes de distintas jurisdicciones expresaron su enérgico desacuerdo. El rechazo al proyecto produjo un nivel de coincidencia inédito.
Desde diversas posiciones se ha destacado:
-La inconsistencia del proyecto presentado, que no se sustenta en un claro diagnóstico ni en datos fidedignos. Se alude a experiencias muy disímiles de Argentina y de otros países, sin contextualizarlas y sin explicitar qué se retomaría de cada una de ellas.
-El carácter inconsulto de la iniciativa, desconociendo a las comunidades de docentes y estudiantes como interlocutores autorizados y legítimos, pero también los marcos normativos de la Ciudad.
-El desconocimiento de los procedimientos para la creación de universidades previstos por la legislación que regula la educación superior y las modalidades de gobierno vigentes en la tradición de la universidad pública argentina a partir de los debates que propuso la Reforma del ‘18.
El proyecto ataca a las instituciones negando sus historias y tradiciones, y busca desmantelar modos de gobierno, prácticas y estilos formativos en los que la valoración de la enseñanza, de la educación pública y de la construcción del pensamiento crítico son piezas centrales. También arrasa con los derechos laborales de quienes hace años sostienen la formación docente en CABA y busca contraponer a institutos con universidades, cuando se trata de modalidades institucionales convergentes de la educación superior en el país. Además, pretende implementar un ajuste en el sistema educativo porteño, en consonancia con las directivas del conjunto de la política nacional.
Para repensar y renovar la formación docente es imprescindible generar instancias de diálogo entre autoridades, comunidades, gremios docentes y especialistas en Educación. Presentar el proyecto de ley y luego convocar al debate bajo la amenaza de una votación ya garantizada, no sólo constituye una práctica poco democrática, sino que resta credibilidad a todas las acciones impulsadas por el Ejecutivo.
La formación docente es un problema que no admite soluciones diseñadas en forma inconsulta y unilateral, sino que exige debates serios, potentes y comprometidos porque se trata de un tema clave para el futuro de la sociedad argentina.
Colectivo pedagógico Conversaciones Necesarias:
Teresa Artieda, Alejandra Birgin, Sandra Carli, Adela Coria, Myriam Feldfeber, Graciela Morgade, Marina Paulozzo, Roxana Perazza, Patricia Redondo, Silvia Serra, Myriam Southwell, Sofia Thisted.