El dólar cerró ayer a 25,49 pesos, con una suba de 1 centavo. La presión se concentró sobre el tipo de cambio mayorista, que se ubicó en 24,93 pesos, al trepar 9 centavos. Otra vez quedó al borde de los 25 pesos y, para evitar que alcance esa cifra, el Banco Nación habría sacrificado 500 millones de dólares en el mercado cambiario, aportando gran parte de la oferta de divisas, según indicaron operadores de la city. El Banco Central volvió a poner a disposición de los inversores 5000 millones de dólares a partir de los 25 pesos para evitar que la cotización supere ese valor. El problema es que esto implicaría una mayor pérdida de reservas internacionales de la entidad, que finalizaron ayer en 50.591 millones de dólares, con un retroceso de 331 millones. Desde enero acumularon una baja de 13.311 millones de dólares.

En el corto plazo las tasas de interés en 40 por ciento pueden resultar efectivas para contener la tensión cambiaria, pero en la medida que se acerca el nuevo vencimiento de Lebac los operadores de la city se vuelven a poner ansiosos. El 19 de junio el Central deberá renovar otros 600.000 millones de pesos en letras de corto plazo, lo que genera una fuerte incertidumbre no sólo por los desequilibrios locales sino por el desorden que muestran las finanzas a nivel internacional. 

Los bancos de la zona euro se encuentran en una situación de dificultad contable, que no distingue si es una banca chica del sur de Italia o el tanque alemán Deutsche Bank. Un inversor global de la talla de George Soros, que hizo fortunas apostando contra la caída de la moneda inglesa décadas atrás, aseguró ayer que no sólo es elevada la posibilidad de una nueva crisis internacional sino que podría ocurrir junto con la ruptura del euro.  

La tensión del mercado cambiario local enciende luces de alarma en todos los frentes. Los analistas de la city aseguran que las ventas de la banca pública por 500 millones de dólares diarios indican que a estos precios son muy pocos los inversores dispuestos a desprenderse de dólares. Los exportadores del campo, los fondos del exterior e incluso los inversores locales con cartera en dólares no arriesgan sus divisas y piensan en las consecuencias de vender divisas para comprar activos en pesos. Uno de los principales datos que observan es el dólar a casi 30 pesos que se está pactando en los mercados de futuros para finales de este año. 

El volumen operado en el mercado cambiario fue de 1055 millones de dólares. La cifra fue casi un 20 por ciento más elevada respecto de los días de tranquilidad cambiaria, cuando se operan montos inferiores a los 800 millones. La mitad de estas divisas las ofreció el Nación, con el objetivo de evitar que el Central salga a vender reservas para mantener la cotización del tipo de cambio mayorista en 25. En los mercados de futuros se operó el equivalente a 1061 millones de dólares. Los contratos de mayo y junio se pactaron con precios de 24,96 y 26,66 pesos, mientras que los de mayor plazo superaron los 30 pesos. Los contratos para diciembre se ubicaron en 29,48 pesos, para enero en 30,10, para febrero no hubo transacciones, para marzo en 31,25 y para abril, el último plazo con movimiento, en 31,90. 

Para el segundo cuatrimestre esperan un aumento del dólar cercano al 30 por ciento (pasaría de 25 a 32 pesos). Se trata de una variación que debe sumarse a la suba de más del 50 por ciento registrada el último año.