"Le cortó el pelo mientras los otros dos lo sostenían", dijo la fiscal Karina Bartocci sobre el final de una brutal escena registrada por una cámara de seguridad, a dos cuadras de las Cuatro Plazas, donde un joven -de siete agredidos- fue atacado por tres policías. El muchacho es el que se llevó la peor parte del suceso registrado el 23 de marzo pasado. Aunque no aceptó la imputación por torturas hasta que se profundice la investigación, ayer la jueza Melania Carrara ordenó la prisión preventiva de tres policías acusados por el delito de apremios ilegales. Con las acusaciones a Roberto Salinas, Leonel Romero y Diego Ojeda, son cinco los detenidos en la causa. Bartocci adelantó que pedirá una nueva audiencia para sindicar a otros diez agentes que miraron la escena de la golpiza de Marcos Paz al 6700, de brazos cruzados, y les achacará una participación secundaria. Para los querellantes, de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH) se trata de una coautoría. Las víctimas denunciaron amedrentamientos y persecuciones.
"Cuando Sasha corre, ocurre el hecho que se les imputa (a los 3 policías). A las dos cuadras y media detiene la marcha frente a un jardín de infantes, levanta las manos y Salinas lo derriba en la vereda, boca abajo. Llegan más móviles y dos agentes se bajan. Frenan a pocos metros de la víctima, y comienzan a darle golpes de puño", relató la fiscal sobre la interpretación que se hizo de las imágenes captadas por la cámara del establecimiento escolar. "Ahí le corta el pelo", dice sobre el final "humillante" del ataque que duró unos cinco minutos y le dejó el rostro destrozado al pibe de 23 años.
Sasha habló frente a la jueza. "Corrí asustado, pero me vi rodeado de móviles y levanté los brazos, me tiraron, esposaron, golpearon y cortaron las rastas. Después, estaba arriba de la caja de la chata; eso es lo siguiente que recuerdo". Sasha preguntó: "¿Qué límite tenían que cruzar para que sea tortura? Hoy mis amigos y yo tenemos miedo, siempre vemos móviles adonde vamos, autos raros. Esto no son solo apremios", dijo. Al término de la audiencia, la abogada de APDH Julia Giordano dijo: "Debe encuadrarse el delito de torturas y la jueza estimó que debería profundizarse la investigación para que se configure ese delito".
Por su parte, el abogado Federico Pagliero enumeró seis hechos posteriores, incluso de esta misma semana, que hacen temer a las víctimas. Entre el 27 y el 29 de mayo hubo dos sucesos. Uno de los chicos vio "un auto blanco pasar lento por su casa, y al día siguiente lo vio en la esquina, con dos personas arriba. Se fueron apenas lo vieron salir con su familia", dijo el letrado. Al otro día, dos de las víctimas -que son pareja- charlaban con una compañera de la chica en la zona de Pellegrini y Maipú, y otra amiga que venía caminando por la cuadra les dijo que había escuchado a un hombre, que estaba parado afuera de un auto mal estacionado, hablando por teléfono y que éste dijo "ahí está con la chica, la vino a buscar en la moto", cuando en la cuadra, "no había otra persona parada con un rodado. Están siendo amenazados y amedrentados", concluyó el abogado de APDH sobre denuncias que ya fueron presentadas.
La fiscal y los querellantes -acompañados por la presidenta nacional de APDH, Norma Ríos- pidieron la prisión preventiva teniendo en cuenta esa cuestión y que la pena en expectativa por el delito de apremios va de 2 a 6 años de prisión. "Es un hecho grave y pediremos una pena efectiva en juicio", adelantó Bartocci.
En tanto, el caso fue presentado por la APDH ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU). "El relator hizo un informe manifestando su preocupación por los casos de tortura en la provincia", dijeron los querellantes.