Hoy se estrenará en Buenos Aires uno de los proyectos más exóticos, retrofuturistas y oscuros de la escena musical de Los Angeles. Drab Majesty es una banda referencial del darkwave cuya propuesta, hilvanada desde 2011, sintetiza el legado de Cocteau Twins, The Cure y The Sisters of Mercy. El tándem viene a la capital argentina luego de que su segundo álbum, The Demonstration, se colara entre los más destacados de 2017 como el bicho raro de algunas encuestas. “Estamos felices de viajar al sur del Ecuador. Esta es nuestra primera vez en el hemisferio sur. Esperamos mucho para conocer su cultura”, asegura vía mail Deb Demure, álter ego de Andrew Clinco, más conocido por su participación en grupos del calibre de Marriage y Black Mare.
“Nuestro espectáculo será un momento en el tiempo, y con suerte lo recordarán”, desea el cantante, guitarrista y percusionista. “Quizás los ayude a olvidar cualquier dolor que alberguen en su mente y corazón. Aunque nada de esto hubiera sido posible sin la colaboración del sello argentino Casa del Puente, que fue muy exhaustivo a lo largo de todo este proceso.”
Considerando que son artistas de nicho, ¿les sorprendió la buena repercusión de The Demonstration?
--La propuesta del disco primero fue canalizada y luego encontró salida. La música que materializo nunca pretende ser algo “genial” o ganar público. Simplemente debe ser traída a un espacio escuchable. Por lo que cualquier comentario positivo es una sorpresa.
¿En qué quisieron diferenciarlo de su debut de 2015, Careless?
--Si bien ambos están hechos con intenciones similares, The Demonstration mantiene una integridad sonora mucho más rica debido al hecho de que en este álbum trabajé en complicidad con Telefon Tel Aviv (álter ego del productor de música electrónica experimental estadounidense Josh Eustis).
¿La propuesta de Drab Majesty parte de la modernidad o del revisionismo?
--No creo que haya una sola respuesta acerca de nuestras influencias musicales, que son tanto del pasado como del presente. Si bien entiendo que los años ochenta pueden sentirse fuertemente reflejados en las canciones de Drab Majesty, quiero dejar en claro que estamos interesados principalmente en organizar sonidos y armonías, en un intento de resonar con el cuerpo.
La androginia es una constante en el concepto artístico de la dupla que completa Mona D en teclados y coros, y se evidencia en su performance. Sin embargo, ¿será que aún funciona en esta época en comparación a su auge en los setenta? “Al menos en el caso de este proyecto, estamos interesados en la androginia tanto como en eliminar el aspecto ‘humano’ en nuestros recitales”, explica Deb Demure, encargado de algún modo de haber hecho que Los Angeles también pueda ser una “ciudad gótica”.
¿Y de qué manera encaja su interés por la ufología en todo esto?
--Es un aspecto real de nuestra existencia sobre el que muchos especulan y del que pocos saben la verdad. La vida extraterrestre en la Tierra está viva y muy bien. Ya comenzaron a manifestar su presencia de diferentes maneras. Seguramente ya cada uno fue testigo de eso, con sus propios ojos y oídos.
¿Les incomoda que los traten como “grupo de culto”?
--De ningún modo. No todos los cultos tienen connotaciones negativas. Lo que ofrecemos es sanador y positivo, sin pedir nada a cambio. Así que me siento honrado de que nos llamen de esa forma.
¿Cómo alternás tus tiempos entre Drab Majesty y tus otras bandas?
--Me resultó más fácil encajar en diferentes modos de producción, canalización y creatividad. Cada proyecto en el que trabajo implica la activación de una faceta distinta de mi psique y rango emocional. Es bastante simple para mí oscilar entre todos estos proyectos porque vienen a llenar diferentes vacíos.
* Hoy a las 23:30 en La Tangente, Honduras 5317, junto a Altocamet y a Benito y Lisa Cerati en plan de DJs.