Las audiencias públicas en comisiones de la Cámara de Diputados de la Nación, por la ley de legalización del aborto terminaron ayer, y cuatro santafesinas fueron expositoras: la periodista de Rosario/12, Sonia Tessa; la abogada Analía Aucía; la secretaria general de Amsafé, Sonia Alesso y la periodista de Santa Fe, Mariana Steckler. El 13 de junio comienza el debate en Diputados.
"Cada muerta por aborto clandestino, cada una con su historia y sus proyectos truncos, es una vergüenza para la democracia argentina. Demuestra que la mitad de la población es tutelada sólo como aparatos reproductivos y no como ciudadanas. Legalizar el aborto es reconocernos como personas autónomas y libres", dijo Tessa, quien mencionó que en Rosario "no mueren mujeres por aborto desde 2012" y celebró las políticas públicas que impulsaron y reclamaron organizaciones de mujeres.
"Es cierto que el número de fallecidas descendió. Fue consecuencia de la activa movilización de las mujeres para hacer efectivo el aborto legal por causales y del misoprostol. Las mujeres abortamos, aún a riesgo de nuestra vida, nuestra libertad y nuestra salud. Yo también aborté cuando tenía 16 años. Olvidé algunos detalles, pero no a mi padre diciendo 'yo me muero si a esta nena le pasa algo', cuando recorríamos clínicas clandestinas al alcance del bolsillo de dos docentes. Fui una privilegiada", dijo.
Y nombró a algunas mujeres que no lo fueron: "Soledad, de 19 años, vivía en Puerto General San Martín, se gastó el plan social para interrumpir el embarazo y ni siquiera le pudo contar a su mamá, inmersa en la vergüenza que imponen la penalización y entonces también la sanción social. Conté su historia en 2003. Silvia Suppo estaba secuestrada cuando quedó embarazada de múltiples violaciones de genocidas. Juan Calixto Perizzotti, titular del centro clandestino de detención donde ella estaba, dijo que se debía subsanar el 'error'. Años después, Silvia me contó que hubiera sido peor que la obligaran a continuar el embarazo. En 2010 fue víctima de un asesinato político", recordó. "Por estas historias en las que se sumó la vergüenza al dolor, saludamos que la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto haya logrado sacar del closet a esta práctica, y reconocemos a las compañeras de la línea Aborto, más información, menos riesgo y a Socorristas en Red".
Destacó que el país "es mirado con atención por su movimiento de mujeres, lesbianas, trans y travestis. El rechazo a la violencia machista se plasmó en 2015 en Ni Una Menos. Esperamos que puedan entender el valor que tiene para una mujer la decisión sobre su vida".
La exposición de Aucía giró en torno a refutar la idea que plantearon grupos "antiderechos de las mujeres" respecto de que legalizar el aborto sería inconstitucional, que habría que reformular el código Civil y denunciar los tratados internacionales de derechos humanos. "Son malintencionados, porque legalizar el aborto voluntario no solo es constitucional, sino que no hacerlo pone a Argentina en una condición de incumpliento internacional".
Alesso, en tanto, salió en defensa de la ley de Educación Sexual Integral (ESI) y habló del desfinanciamiento de programas en el gobierno de Mauricio Macri.