Ayer, el juzgado que lleva adelante el proceso de quiebra de Oil Combustibles (incluyendo Refinería San Lorenzo) eligió a la empresa YPF para darle continuidad a la misma hasta tanto se decida la elección final de la firma que compre y explote la firma que perteneciera al empresario Crsitobal Lopez. Había cuatro empresas interesadas en la continuidad de la planta: La holandesa Trafigura, YPF, Lukoil y Vitol. El juez Javier Cosentino finalmente se inclinó por Yacimientos Petroliferos Fiscales ganándole la pulseada a los otras interesadas. "Ahora estaremos muy expectantes de que garanticen las fuentes laborales", dijo Rubén Perez, secretario general del Gremio del Petroleo, Gas y Biocombustibles del sur provincial. La destilería San Lorenzo cuenta con 450 trabajadores directos y cerca de 1500 indirectos.

Por su lado, Héctor Brizuela del gremio Supeh rescató el proceso de quiebre por continuidad para la firma. "Ahora se vienen tiempos importantes para la Refinería y queremos se respeten las fuentes laborales", dijoel dirigente. También Gerardo Canceco destacó la actuación del juez Cosentino que "siempre procedió de manera correcta: Vino aquí a San Lorenzo en su momento a reunirse con los trabajadores para informarles qué pasos iba a dar y siempre preocupado por las fuentes de trabajo y los riesgos ambientales que planteaba la paralización de la histórica Refinería". Para nosotros "es una garantía que sea YPF la que se haga cargo y en lo personal, desearía que la empresa estatal continuara a cargo del emprendimiento también en el futuro", agregó Canceco.

En rigor, el juez Cosentino podría haberle bajado el martillo a la empresa desde su despacho en Buenos Aires sin interiorizarse por la suerte de los trabajadores. Pero desde un principio mostró interés por que los operarios cesanteados siguieran las negociaciones y la suerte del emblemático emprendimiento del Cordón Industrial, que es además un enclave estratégico desde hace más de 80 años para la provincia de Santa Fe.

En su momento, el juzgado interviniente determinó que era "inviable que una cooperativa de trabajadores para que tome el control de una compañía de semejante envergadura", trascendió que había dicho Cosentino a los empleados en un encuentro del que no participó la prensa, pero que referente sindicales se encargaron de retransmitir, en relación a la negativa judicial de darle luz verde a que una empresa de base social integrada por el propio personal poner a operar el complejo industrial que está paralizado desde que Oil dejó de importar crudo, insumo básico para el refinado.

Pero en ese encuentro, el mismo magistrado del Juzgado Nacional de Primera Instancia en lo Comercial Nº 8, garantizó el pago de los salarios de mayo y el aguinaldo, al tiempo que aseguró que la planta podría volver a producir. Es que si bien le dijo no a la cooperativa, Cosentino se inclinaba ya para que la estatal YPF, o el holding Trafigura, que se había mostrado interesado en quedarse con la refinería, pero que luego desistió por las condiciones que imponía Afip para cobrar su abultada deuda, logren poner en funciones el establecimiento para asegurar la continuidad laboral hasta que se liquiden los bienes de Cristóbal López.

La continuidad de la producción era uno de los elementos que durante el último tiempo representantes gremiales intentaban promover en torno a Refinería San Lorenzo. "Lo importante es que no se pierdan los puestos de trabajo, sea cual sea el desenlace, intentamos preservar el empleo, de personas que saben manejar a la perfección la planta", había manifestado oportunamente, Héctor Brizuela, secretario de Asuntos Legales del Sindicato Unido de Petroleros e Hidrocarburíferos.