“El era un poquito mejor”, admitió Rafael Nadal cuando le preguntaron por el francés Richard Gasquet, su rival hoy por un lugar en los octavos de final del Abierto de tenis de Francia.
El español hablaba, claro, con profundo conocimiento de causa. La historia de ambos es tan conocida como paradójica. Nacidos los dos en junio de 1986, con apenas 15 días de diferencia, Gasquet despuntaba en las categorías menores, cuando venció por única vez a Nadal.
Fue en el torneo Les Petites As. Tenían 13 años. Desde entonces, sin embargo, el español ganó las 15 veces que se enfrentaron. La rivalidad de adolescentes se convirtió, ya de profesionales, en una superioridad aplastante de Nadal. Y es que, al margen de aquellos inicios comunes, no quedan muchos puntos de comparación hoy, cuando los dos cumplirán 32 años en unos días.
Mientras uno ganó 16 Grand Slam, el otro apenas llegó a tres semifinales. Si Nadal es uno de los mejores de todos los tiempos, el más grande en arcilla, Gasquet –calificado alguna vez como el ‘Mozart’ del tenis– es una promesa incumplida.
En esa medida, un partido en particular ejemplifica la separación de los caminos. Fue en 2005, en la tercera ronda de Roland Garros, cuando Gasquet y Nadal todavía tenían todo por hacer.
El público francés, sin un campeón local desde Yannick Noah en 1983, ponía sus esperanzas en el nacido en Béziers y su bello revés cruzado. Pero Nadal ya era demasiado: ganó 6-4, 6-3 y 6-2 y puso rumbo al primero de sus diez títulos en París.
Gasquet, de su lado, tendría que esperar más de diez años para superar la cuarta ronda del torneo, cuando llegó a cuartos en 2016. “Los dos representábamos la nueva generación en aquel momento, habíamos crecido siendo muy destacados en todas las categorías, él era un poquito mejor y también era la futura estrella francesa, con lo cual el partido se llenó de revuelo”, afirmó Nadal sobre ese cruce.
“Pero bueno, fue un partido más que por suerte cayó de mi lado y me dio la posibilidad de seguir adelante en aquel año”, expresó Nadal, que luego derrotaría a otro francés, Sébastien Grosjean, en octavos.
En adelante, Nadal no solo siempre venció a Gasquet, sino que además casi nunca le cedió un set. La estadística es demoledora: el francés tiene diez años sin poder ganarle un parcial al número uno del mundo. “Bueno, diez años es bastante tiempo”, expresó el local, que tampoco puedo evitar recordar aquel partido de 2005. “Después del partido, estaba con mi padre en ese momento, y le dije que iba a ganar y que probablemente iba a ganar varios Grand Slam, porque era increíble”, recordó.
A Gasquet le parece simpática la comparación, aunque la realidad hizo que pronto fuera efímera. “La compración no duró tanto. A los 13 o a los 14, sí. Pero los años pasaron y supe rápidamente que la comparación iba a ser difícil”, dijo el francés, sonriente y resignado.
“Pero al menos me habrán comparado con él”, señaló Gasquet, que hoy no ahorarrá ningún esfuerzo. “Quiero dar el máximo. No quiero llegar a la pista y decir: ‘es Nadal, es extraordinario’. Ya lo sé, todo el mundo lo sabe”, analizó el galo, que buscará una primera victoria ante su rival de la adolescencia.