La investigación empezó hace una década, pero en tan sólo una semana, el llamado “caso Gürtel” desbancó al ahora ex presidente español y líder del Partido Popular (PP), Mariano Rajoy. La justicia española condenó el pasado 24 de mayo al Partido Popular por una enorme trama de corrupción que incluyó coimas, desvío de fondos y adjudicaciones ilícitas de obra pública.
En agosto de 2008, el ex concejal del PP de Majadahonda (comunidad de Madrid), José Luis Peñas, aportó 80 horas de grabaciones de las conversaciones del empresario Francisco Correa con autoridades que apuntaban hacia una red de corrupción en este municipio madrileño y en Pozuelo, que resultó ser mucho más amplia: se extendía principalmente a las Comunidades de Madrid y Valencia, gobernadas por el PP.
A raíz de aquella denuncia y luego de casi un año de investigación, el 6 de febrero de 2009, el entonces juez de la Audiencia Nacional, Baltasar Garzón, sacó a la luz la trama de corrupción que se venía arrastrando desde los noventa. Dentro de la trama se habían logrado contratos con administraciones del PP a través de sobornos a funcionarios, tráficos de influencias, fraude fiscal, blanqueo de capitales y asociación ilícita. Los primeros detenidos en aquel momento, y sujetos claves en el caso, fueron el empresario Francisco Correa (cuyo apellido en alemán le dio el nombre al caso), el ex secretario de organización del PP Pablo Crespo, y el publicista Álvaro Pérez, llamado el Bigotes.
En 2013, se descubrió no sólo la existencia de la trama de corrupción en el seno del partido, sino también la existencia de una contabilidad paralela, que registró durante el período 1990-2008 su financiación ilegal y que Rajoy siempre negó. Los documentos registraban pagos a todos los secretarios generales y vicesecretarios del partido provenientes de donaciones privadas, informó el diario español El País, medio que dio a conocer los llamados Papeles de Bárcenas, por el ex tesorero nacional del PP, Luis Bárcenas. Entre los miembros del PP mencionados en el documento figura Rajoy, por entonces vicesecretario general, que recibió 25.200 euros anuales durante 11 años.
En 2016, comenzó el juicio por lo que se llamó la megacausa de la Primera Época de la Trama (1999-2005), en la que Rajoy fue citado a declarar, y cuya sentencia llegó la semana pasada.
Las penas dictadas por la Audiencia Nacional contra 29 de los 37 acusados en el juicio sumaron un total de 351 años de cárcel. Las condenas más altas fueron para el cabecilla de la red, el empresario Correa -de cuyo apellido se deriva el nombre del caso, ya que “Gürtel” significa correa en alemán- con 51 años de cárcel, y para el ex secretario de organización del PP en Galicia, Pablo Crespo, con 37 años y medio. Por su parte, Bárcenas, fue condenado a 33 años y cuatro meses de cárcel y a una multa de 44 millones de euros, mientras su esposa, Rosalía Iglesias, se enfrenta a 15 años de prisión.
Bárcenas, la figura política que está en el centro de la trama, fue condenado por varios delitos fiscales tras descubrirse que tenía una fortuna de más de 48 millones de euros en Suiza, que obtuvo gracias a su papel como intermediario en adjudicaciones públicas ilícitas, sobornos y desvíos de dinero hacia el PP durante 10 años. La Fiscalía Anticorrupción pidió, además, una vista oral para reclamar el ingreso a prisión inmediato de 16 condenados.
“Reconozco que en el PP ha habido corruptos. Pero el PP no es un partido corrupto”, dijo Rajoy durante el debate de la moción de censura que lo destituyó. La decisión de la Audiencia Nacional de España no opinó lo mismo y condenó al PP a pagar 245.000 euros. Dicha decisión lo convirtió en la primera fuerza política de dimensión nacional en ser condenada por corrupción en el país.