Alberto Fernández, uno de los principales asesores del Frente Renovador de Sergio Massa, visitó a la la líder de la Tupac Amaru, Milagro Sala, en la cárcel de Alto Comedero. Le transmitió su "solidaridad", y manifestó su "preocupación por lo que está pasando" en Jujuy. Sostuvo que la privación de la libertad de la dirigente es "injusta" y advirtió que el caso le recuerda “un país donde el Estado cometió muchas arbitrariedades", luego de las cuales hubo "desapariciones, muertes, prisioneros y exiliados".
"Yo sé que no estamos en una dictadura, estamos en una democracia. Pero también los gobiernos democráticos cometen excesos y hacen lo que no deben hacer”, sostuvo el ex jefe de Gabinete de Néstor Kirchner, a la vez que subrayó que eligió visitar a la dirigente debido a las dos condenas en contra que recibió esta semana.
Fernández apuntó contra la gobierno de Gerardo Morales. Sin embargo el vicegobernador Carlos Guillermo Haquim, integra el Frente Renovador donde se enrola el ex jefe de Gabinete,
En este sentido le pidió al mandatario jujeño "que no cometa el error de persistir en esto porque va a convertir a esto en una mácula, lo que infama o deshonra, de su gobierno".
Además advirtió que "amigos de organismos internacionales" le hicieron saber "su preocupación" por el caso. De hecho, la detención de Sala fue duramente cuestionada por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, las autoridades de la OEA y la ONU, que pidió su inmediata liberación. Todos pedidos rechazados por Morales y el gobierno nacional.
Fernández insistió que la de Sala "es una detención arbitraria porque desde que la Argentina suscribió al Pacto de San José de Costa Rica todos tenemos derechos a soportar un proceso en libertad y sólo podemos ser encarcelados cuando las condenan están sobre nosotros”.
"No tengo ninguna duda que este es un problema que debe revisarse”, avisó el dirigente, quien visitó por segunda vez a Milagro "con quien seguramente tengo más diferencias que coincidencias".