Desde Santa Fe.

El Senado sumó su "más enérgico repudio" al operativo que acribilló a balazos la casa donde había vivido el juez Ismael Manfrín, presidente del tribunal que condenó a la banda de Los Monos a penas de tres a 37 años de prisión. "Es necesario que se respete este fallo histórico" y "preservar el orden democrático" y "republicano", dijo el senador socialista Miguel Cappiello, autor del proyecto que se votó sobre tablas. Hasta ahí el planteo era unánime. Pero fue suficiente que el otro senador socialista, Miguel González, felicitara al Consejo Provincial de Seguridad por su "reacción" política después del atentado y la "actitud madura" de sus integrantes que "no le reprocharon absolutamente nada" al gobierno de Miguel Lifschitz, para que jefe del bloque de senadores del PJ Armando Traferri lo desmintiera en el recinto. Traferri reveló que el Consejo fue convocado de apuro, "dos horas antes de la reunión", con el único propósito de hacer "declaraciones" para la escena pública y reclamó que "al menos se reúna cada 20 días" porque "la provincia está en una situación crítica en materia de seguridad".

Cappiello sostuvo que el juicio a Los Monos terminó con un "fallo histórico" y lo asoció al ataque del martes. "El día 29 de mayo, integrantes de esta banda atentaron contra una propiedad en la que había vivido el juez Manfrín y balearon el frente", dijo el legislador. "Esto se debe a la acción" del magistrado "para que estos criminales que hoy están presos sean trasladados a cárceles de mayor seguridad y más distantes para evitar que los familiares entren y les lleven cosas que les permitan tener privilegios dentro de la prisión. Este juez los derivó a la cárcel de Resistencia y mantuvo su posición a pesar de que los abogados de estos criminales pedían que siguieran en Rosario", agregó.

"Estos hechos no pueden pasar desapercibidos para la sociedad y mucho menos para la Legislatura. Necesitamos volver a tener una justicia fuerte, una Policía a la altura de las circunstancias, que se respete este fallo histórico para la provincia" y "preservar el orden democrático" y "republicano", planteó Cappiello.

Su colega de bloque, Miguel González, completó el discurso socialista con un elogio al Consejo Provincial de Seguridad, que se reunió en Rosario al día siguiente del atentado. "Fue una respuesta clara al crimen organizado", dijo González y felicitó a los funcionarios de los tres poderes del Estado que participaron en la reunión "con una actitud madura" y "sin reprocharle absolutamente nada" al gobierno de Lifschitz.

El tono de González molestó a Traferri, que se solidarizó con el juez Manfrín, pero descartó el edulcorante. "Es necesario asumir que estamos en una situación crítica en la provincia en materia de seguridad" y no sólo ahora, sino "desde hace mucho tiempo", advirtió. "Y lamentablemente nos va a llevar mucho más tiempo corregir lo que no se corrigió en su momento ante el avance del crimen organizado".

Traferri se declaró "muy crítico" del Consejo Provincial de Seguridad. "Yo lo integro, pero no puedo concurrir cuando me avisan dos horas antes de la reunión". Y pidió que se lo convoque "al menos cada 20 días", no sólo por el ataque a un juez. "El Consejo debería evaluar las medidas que se toman y aportar también otras respuestas que necesitamos ante hechos que son muy preocupantes", concluyó.