El viejo y nunca bien ponderado subgénero de “persona con facultades extraordinarias ayuda a las autoridades a resolver casos extraños” vuelve a la carga con Deception (mañana a las 21 será su estreno por Warner Channel). En esa comarca habitan novelistas (Castle), médicos (Rizzoli & Isles), delincuentes (The Blacklist, White Collar), el mismísimo diablo (Lucifer) y hasta un superhéroe que no sabía volar (El último gran héroe americano). El nuevo personaje en sumarse a la lista, paradójicamente, habita entre lo mundano y lo increíble. Se trata de uno de los magos, escapistas e ilusionistas más famosos de la tierra. 

Cameron Black (Jack Cutmore-Scott) combina la megalomanía de David Copperfield con el modernismo de Criss Angel. Por una serie de infortunios pasará de tener su show en Las Vegas a boyar en bares de mala muerte. Está seguro que alguien le tendió una trampa. Ese mismo alguien que está ayudando a diversos malhechores. Motivo perfecto para que Black vuelva a las andadas junto a un equipo del FBI liderado por la agente Kay Daniels (Ilfenesh Hadera). “La magia es engaño”, es uno de los lemas del protagonista que mientras monta ardides para que caigan los más buscados intenta limpiar su buen nombre y sacar a su hermano de la prisión. Además de su narración aferrada al entretenimiento sin culpa, son esenciales algunos trucos de los cuales se explica su funcionamiento. Como si el polémico “mago enmascarado” ahora trabajase para la ley.