El conservador Partido Demócrata Esloveno (SDS) de Janez Jansa, euroescéptico y antimigratorio, gana ayer las elecciones en Eslovenia pero sin mayoría propia, por lo que deberá afronta la difícil tarea de encontrar socios para formar gobierno.
Cumplido 90,51 por ciento del escrutinio, el SDS conseguía 25,16 por ciento de los votos, mientras el segundo lugar lo ocupaba la recién creada Lista de Marjan Sarec, con 12,66 por ciento, según la Comisión Electoral.
Sarec, de 40 años, un antiguo humorista convertido en político liberal, reconoció la victoria del ex primer ministro Jansa, negó cualquier posible acuerdo con los conservadores y confió en que si no logran una mayoría de gobierno él tenga la opción de buscar acuerdos para una coalición alternativa.
Jansa, de 59 años y ya dos veces primer ministro, espera volver al poder después de una campaña en la que recurrió al miedo a una “invasión migratoria” en la pequeña república de dos millones de habitantes situada en la denominada “ruta de los Balcanes”.
La campaña contra la inmigración en un país por el que transitaron cientos de miles de personas en los meses finales de 2015 y comienzos de 2016 en su camino a Europa occidental fue clave para la victoria, según coinciden diversos analistas.
En los cuatro primeros meses de este año la policía interceptó a 1.226 inmigrantes que trataban de entrar a Eslovenia ilegalmente, una cifra baja en relación con la de otros países pero que supone un aumento de 280 por ciento con respecto al mismo periodo de 2017.
El líder conservador no ocultó su admiración por las políticas nacionalistas y euroescépticas del primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, que participó en dos de sus mítines.
Jansa fue primer ministro en dos ocasiones, entre 2004 y 2008 y entre 2012 y 2013, año en el que fue condenado a dos años de cárcel por corrupción, de los que sólo cumplió seis meses.
Las elecciones se celebraron en un momento de crecimiento económico -se prevé de cinco por ciento en 2018 y cuatro por ciento en 2019- y bajo desempleo en un país duramente golpeado por la crisis económica de 2008, y que estuvo a punto de necesitar un rescate internacional en 2013.