Con una multitud de más de 25 mil personas que disfrutó de una gran fiesta en el estadio de La Ciudadela, San Martín de Tucumán regresó a la máxima categoría del fútbol argentino y en la próxima temporada militará en la Superliga luego de golear 5-1 a Sarmiento. Lucas Acevedo, en dos ocasiones, Claudio Bieler –que también hizo dos y con 16 tantos fue el goleador del torneo– y Gonzalo Rodríguez anotaron en el vencedor, mientras que Nahuel Estévez descontó al final para el visitante. Con este resultado, el equipo de Rubén Forestello ganó la serie final del torneo Reducido tras remontar el 1-0 sufrido en la ida jugada en Junín, consiguió el cuarto ascenso de su historia a Primera tras jugar las temporadas 1988-1989, 1992-1993 y 2008-2009, y se sumó a Aldosivi, el campeón 2018 de la Primera B Nacional.

El local necesitó menos de tres minutos para darle forma a una goleada inesperada. Un corner desde la derecha encontró solo a Acevedo, que definió con la frialdad de un delantero y abrió la cuenta. Sarmiento no tuvo tiempo de reaccionar con ese mazazo y de inmediato vino el segundo. Bieler peleó el balón en la mitad de cancha, Matías García se lo llevó y habilitó a Rodríguez, quien definió cruzado y provocó júbilo en el estadio, que enseguida devendría preocupación en una de las tribunas porque los papeles que los hinchas tiraron en la salida del equipo “Ciruja” se prendieron fuego. 

Sarmiento tuvo el descuento en los pies de Miracco, pero su remate dio en el palo. San Martín contó con otras dos de Bieler para sentenciar la serie. Y al final de la primera etapa, con una ráfaga goleadora en el arranque, San Martín daba vuelta la llave y palpitaba su ascenso a Primera. Para impedir eso, los de Junín necesitaban hacer un gol para ir a los penales. 

Pero el local salió a jugar el complemento con la misma intensidad, con su rival jugado en ataque y en busca del descuento. Y tras un error de Bazán sobrevino una contra fulminante que incluyó una corrida de 35 metros de Matías García, quien ingresó al área, levantó la cabeza y cedió a Bieler para el tercero. La voracidad tucumana no aflojó y García pudo engrosar el marcador de zurda, pero su remate dio el poste. Finalmente el cuarto tanto llegó tras un corner que encontró otra vez a Acevedo, quien con un frentazo desataba el delirio de la parcialidad tucumana. La frutilla del postre llegó después con una jugada de pizarra en la ejecución de un tiro libre a cargo de Bieler, quien entregó bajo a Busse, éste se la devolvió y el 9 remató con cara interna del pie derecho al segundo palo, inalcanzable para Pellegrino. El 5-0 ya era inapelable, pero sobre el epílogo Estévez anotaba el gol del honor con un zapatazo desde fuera del área. Para entonces los hinchas presentes en la Ciudadela ya palpitaban a pura ilusión el clásico del Jardín de la República de la próxima Superliga ante Atlético Tucumán.