Al menos 25 personas murieron, al menos 4 mil fueron evacuadas y un millón y medio quedaron bajo alerta tras la erupción del volcán de Fuego, ubicado en el suroeste de Guatemala y a 32 kilómetros de la capital del país. Las enormes columnas de ceniza y gases volcánicos alcanzaron al menos tres distritos en los que se debió declarar el estado de calamidad. El gobierno advirtió que aún hay cientos de desaparecidos y que la cantidad de fallecidos podría aumentar.

La catástrofe sacudió a las comunidades de la falda sur de los departamentos de Escuintla (sur) y Sacatepéquez (oeste) y Chimaltenango (oeste). Muchos sobrevivientes huyeron de las zonas afectadas por la erupción con el cuerpo cubierto de ceniza, mientras otros que resultaron heridos eran atendidos por socorristas. Entre los fallecidos se contabilizaron varios niños.

"Si esta vez nos salvamos, en otra (erupción) no", dijo a la agencia AFP Efraín González, de 52 años, sentado en un albergue al que llegó con su esposa y su pequeña hija. Siguen desaparecidos su hijo de 10 años y su pequeña de 4, quienes quedaron atrapados en su vivienda inundada por el lodo caliente que descendió del volcán de 3700 metros de altura.

En imágenes difundidas en la televisión y en redes sociales, se ven levantarse enormes columnas de ceniza y en el suelo algunos cadáveres semicubiertos del material expulsado por el volcán, y viviendas y vehículos destruidos. La Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred) estimó que la columna de cenizas se elevó por encima de los 6 mil metros.

En un primer balance, el secretario de la Conred, Sergio Cabañas, indicó que las tareas de búsqueda de fallecidos o desaparecidos se suspendieron anoche y se retomaron esta mañana, cuando la erupción concluyó después de 16 horas y media de actividad.

No obstante, "existe la probabilidad de una reactivación", advirtió el Instituto de Vulcanología, que recomendó mantener las medidas de precaución en las zonas afectadas.

"Nunca había pasado algo como esto", comentó Aura Concobar (38), quien también llegó al albergue desde El Rodeo, la comunidad más afectada, junto a diez miembros de su familia. El presidente Jimmy Morales decretó la noche del domingo tres días de duelo y estado de calamidad en Escuintla, Sacatepéquez y Chimaltenango.