Con una convocatoria que superó todas las expectativas, más de 180 mil visitantes, cerró ayer la Feria Internacional del Libro Rosario en el Centro Cultural Roberto Fonatanarrosa. Fueron cientos de actividades de primer nivel que en su mayoría estuvieron repletas de público. Durante 12 días, los 70 expositores distribuidos en 40 stands tuvieron un excelente promedio de ventas, una bocanada de aire ante el difícil panorama que atraviesa el sector por la caída en las ventas y la producción. "Estoy segura, esta Feria llegó para quedarse, con expresiones de todo tipo, diversas, creo que realmente es la síntesis de lo que es Rosario. Era una gran necesidad y lo demostramos", señaló la intendenta Mónica Fein. "El éxito de esta feria es todo ese bagaje cultural que se expresó en esa cantidad de actos culturales, más de cien autores que vinieron a firmar, muchos autores rosarinos, y sobretodo que respetamos a los libreros y a los editores de Rosario que es una de las plazas culturales del país", señaló el presidente de la Fundación El Libro, Martín Gremmelspacher.
Después de 10 años, la Feria Internacional del Libro regresó a la ciudad y la respuesta del público desbordó las expectativas de la Municipalidad y la Fundación El Libro, que a fines del año pasado tomaron la decisión de organizarla. A la luz de los resultados, su continuidad estaría garantizada. "No hemos comprometido en empezar con más tiempo a planificar la del año que viene, donde podamos tener unos días más, que puedan venir más escuelas, y donde podamos lograr también programar en más tiempo esta maravillosa concurrencia que hemos tenido en estos días", dijo Fein, acompañada por el secretario de Cultura, Guillermo Ríos.
"Creo que el ingreso gratuito permitió a muchísima gente acercarse al libro, a escuchar, participar. Más allá que evaluaremos cómo ampliarnos, porque los fines de semana nos quedó un poco chica la casa, pero amontonarnos alrededor de los escritores, los libros, los editores, las librerías, ha sido parte de lo que creo que es una marca de éxito para nosotros, se va a constituir como un hito cultural más de la ciudad", agregó la intendenta. "La feria fue un oasis, podríamos decir que los libreros tuvieron un aguinaldo", resumió Gremmelspacher.
Desde la Cámara Argentina del Libro celebraron la vuelta de la Feria. "Fue una experiencia muy satisfactoria, con muchísima gente, la venta fue muy buena, de alguna forma superó las expectativas de todos los editores que venían desde Buenos Aires. Y cuando estas cosas resultan, generan en otras ciudades la voluntad de hacerla, es importante el reflejo que tiene esto", indicó Diana Segovia, gerenta de la cámara.
"Hay una apuesta en movilizar recursos, para la Cámara y la Fundación era una deuda no tener una feria en Rosario, una ciudad con mucha vida cultural, muchos autores", planteó Segovia. "El sector no está pasando una situación muy buena, la caída de las ventas en las librerías y en la producción son notorias, pero estamos muy contentos que se haya logrado hacerla y que haya sido un éxito, con tantas actividades culturales. Seguramente va a repetirse el año que viene", auguró.
En las seis plantas de exposición de la Feria hubo presentaciones de libros, el ciclo Lecturas cruzadas, talleres, mesas debates, conferencias y entrevistas públicas. Según los organizadores, las actividades con más público fueron el homenaje a Angélica Gorodischer, las presentaciones de Reynaldo Sietecase, Víctor Hugo Morales, Claudia Piñeiro, Viviana Rivero, Dalia Guttman, Hebe Uhart, Hernán Casciari y Carlos del Frade.
El público también colmó las salas donde se presentó una mesa de literatura infantil con Silvia Schujer, Ricardo Mariño y Sandra Siemens, coordinada por Beatriz Actis; en el homenaje a Roberto Fontanarrosa, el unipersonal de Fabián Vena Conferencia sobre la lluvia, la movida juvenil con Booktubers; el dúo "Tertulia y oblicuo" en la explanada, y la mesa de poetas rosarinos.
Las firmas de autores que se extendieron por más tiempo fueron las de Pamela Stupía, Luciana Peker, Juan Chavetta, Viviana Rivero y Víctor Hugo Morales. Otros autores que participaron en las diferentes presentaciones y ciclos fueron Silvia Hopenhayn, Sergio Olguín, Pedro Saborido, Pablo de Santis, Juan Sklar, Juan Pablo Meneses y Horacio González.
En total, se realizaron 136 actos en salas y en la explanada. Participaron 30 delegaciones de instituciones públicas y privadas con visita guiada, mientras que 2100 alumnos lo hicieron en visitas escolares.
Durante los primeros cuatro días, a partir de una decisión que tomaron conjuntamente, 17 editoriales independientes de la ciudad montaron la Feria de Editoriales Rosarinas (FER) en la sala C ubicada en el primer piso del Centro Cultural Roberto Fontanarrosa. El balance fue más que positivo. Nicolás Manzi, de la editorial Casagrande, dijo que los sorprendió la afluencia de público. "Se vendieron los libros, y ahora tenemos el desafío de crecer", expresó Manzi.
Los libros de las editoriales Neutrinos, Ciudad Gótica, Minusculario, La Pecore Nere, Listo Calisto, Libros Silvestres, Baltasara, El Salmón, y de la Biblioteca Vigil, entre otras, lograron llegar a un público de la ciudad al que no acceden habitualmente. "Fue muy interesante, sentimos que los mismos rosarinos descubrieron las publicaciones de la ciudad. A nivel económico nos sirvió porque podremos encarar proyectos pendientes, las editoriales se mueven en tanto sacan novedades, nosotros vendemos los libros para hacer más libros", consideró el editor de Casagrande.