Los consultores de la city recalcularon sus estimaciones para las principales variables económicas tras la corrida cambiaria y la fuerte devaluación de mayo. Según el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM), nombre institucional de la encuesta mensual que hace el Banco Central entre economistas, bancos y consultoras, la inflación este año finalizará en 27,1 por ciento, 5,1 puntos por encima de lo previsto en abril, antes de la crisis cambiaria, y doce puntos más que la meta oficial. Sus opiniones, en su mayoría cercanas a las del oficialismo, coinciden en un tipo de cambio de 27,4 pesos por dólar para fin de año y una tasa de interés de la política monetaria por encima del 40 por ciento, en ambos casos con reajustes al alza respecto de las previsiones de abril. La única reestimación a la baja fue para la actividad económica, cuyo crecimiento se prevé en 1,3 por ciento, 1,2 puntos menos que el cálculo de abril.
Los efectos del cimbronazo cambiario que dejó la última corrida, con devaluación de 22 por ciento solo mayo y una pérdida de más de 10 mil millones de dólares en reservas, son difícil de precisar. Sin embargo, ya hicieron sus apuestas voceros del establishment, como los economistas Miguel Angel Broda, Mario Brodersohn, Miguel Kiguel, Orlando Ferreres y Eduardo Levy Yeyati; bancos, como JP Morgan, Goldman Sachs, Merrill Lynch, Morgan Stanley, Credit Suisse, y consultoras del estilo FIEL, Fundación Capital de Martín Redrado, Ecolatina y Analytica, entre los 61 entrevistados. En el REM reconocen un fuerte traslado de la devaluación a precios, lo que se conoce técnicamente como pass through.
Las estimaciones de precios minoristas para este año indican una tasa de inflación mensual para junio de 2,4 por ciento, tras lo cual la tasa se reduce a 2 en julio, 1,8 en agosto y 1,6 en promedio en el trimestre septiembre-noviembre. La proyección se elevó en todos los períodos relevados. La previsión para el cierre de 2018 es de 27,1 por ciento, de 19 por ciento en 2019 y 14 por ciento en 2020. A principios de año, estos consultores arriesgaban que la inflación de 2018 sería del 17,4 por ciento. La inflación núcleo anual pronosticada, en tanto, aumentó hasta 25,1 por ciento (5,3 puntos más que en la encuesta anterior) y para 2019 y 2020, a 17,8 y 12,5, respectivamente.
Con estos altos niveles de inflación no se prevé que se relaje la política monetaria en el corto plazo. Los analistas sostienen que “se mantendrá hasta junio, perfilándose en adelante un sendero de reducción gradual hasta 30 por ciento a fines de 2018”. El cóctel será una mayor desaceleración de la actividad económica. Junto a la revisión de crecimiento de este año al nivel de 1,3 por ciento (por arrastre estadístico de 2017), se proyectó para el próximo una mejora de 2,2 por ciento, un punto porcentual menos que en la encuesta de abril, mientras que para 2020 se anticipó un ritmo de 2,8 por ciento (-0,2 pp). Por último, se previó un dólar a fin de año de 27,4 pesos. Para diciembre 2019 afirman un dólar a 31,8 pesos.