“Estamos en condiciones de poder darle la oportunidad a los militares argentinos para que se inserten en la democracia con una tarea que les dé la sociedad”, sentenció la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich al defender la idea de que las Fuerza Armadas se involucren en tareas de seguridad interna que tienen prohibidas por ley.
En una entrevista en el canal América, la funcionaria cuestionó el decreto 727/2006, que limitó el rol de las Fuerzas Armadas a la agresión de un Estado extranjero o una fuerza armada extranjera. En cambio, Bullrich insistió en que los militares deben involucrarse en operativos contra el narcotráfico y el terrorismo. En esa línea, el presidente Mauricio Macri dijo la semana pasada en el día del Ejército que esa institución dará “apoyo logístico a las fuerzas de seguridad”.
Para defender su proyecto, la ministra reiteró en varias ocasiones que la dictadura cívico-militar terminó hace más de 40 años y planteó “no pensar el futuro con el espejo retrovisor del pasado”. “Es como si Alemania dijera 'como en un momento fueron nazis, nunca más podemos tener ni un policía ni un hombre ni mujer del ejército “, intentó ejemplificar.
También mencionó que "en París hay miembros del Ejército en las estaciones de trenes, en lugares estratégicos” pero aclaró que “la Argentina no está en esa situación”.
“No se está pensando el ejercito mezclado con las fuerzas federales, se está pensando que el ejército argentino o las fuerzas armadas tienen que proyectar cuales son las Fuerzas Armadas del Siglo XXI”, intentó aclarar Bullrich y dijo que la idea es que los militares estén “mucho más en la frontera”.
Ayer dirigentes de organismos de derechos humanos y de movimientos sociales, junto a legisladores de la oposición, advirtieron en el Congreso sobre los riesgos que implica el plan del Gobierno para modificar el rol de las Fuerzas Armadas.