La administración de Newell's quedó en manos del juzgado que entiende en el Fideicomiso y el vicepresidente Cristian D'Amico. En magistrado tomó las riendas de la administración contable del club, el directivo es el único que asume representación de la entidad y asume la tarea de la gestión del fútbol profesional. La Justicia profundizó así su intervención tras el desplazamiento de los ex tesoreros de la Comisión Directiva. "Esta decisión se tuvo que haber tomado en octubre del año pasado", reconoció un asistente del Organo Fiduciario. El presidente Eduardo Bermúdez y los otros siete dirigentes en funciones asumen ahora roles testimoniales en la entidad.

Producidas las renuncias del ex tesorero Alberto Sauro y el ex protesorero Carlos Cantarelli, la dirigencia de Newell's quedó acorralada a las imposiciones del juez Hernán Bellizia. El club informó que el vocal  Sebastián Orsini asumirá como tesorero, Ricardo Ansaldi como protesorero y Carlos Tedeschi como prosecretario, a pesar de que este último es uno de los directivos, junto con D'Amico, investigado por la Justicia por hacer negocios financieros con la institución.

Pero la decisión más importante fue el anuncio de un "Comité de Tesorería", eufemismo que se encontró para delegar en D'Amico todo el poder del club. Dicho comité tiene como propósito la "planificación y apoyo de la gestión de la tesorería". D'Amico, a su vez, estará supervisado por la gerenta de administración y finanzas de la institución, Natacha Juárez Roldán, y el coordinador de área y presupuesto, Marcelo Bengoa, responsabilidades que delegó el juzgado.

Con estos nuevos roles, la Comisión Directiva de Newell's tiene a ocho directivos en tareas irrelevantes. Porque el nuevo tesorero será controlado por D'Amico, quien es el directivo que rinde cuentas en el juzgado. El vicepresidente además asume la gestión del fútbol profesional --negociación de venta y contratación de refuerzos--, relegando al presidente Eduardo Bermúdez al protagónico de solo firmar las gestiones del club que cuentan con la venia del juzgado. De hecho Bermúdez ya no asiste al club y solo pasa para firmar la documentación que se acumula en la semana.

"Con el único dirigente que se puede mantener una conversación coherente es con D'Amico", confió un colaborador de Bellizia, explicando así como el juzgado avanzó por completo en la intervención del club y encontró apoyo solo en la figura del vice.