No es complicado averiguar el alineamiento político del intendente de Avellaneda, Jorge Ferraresi. En la entrada del edificio municipal hay una estatua de Néstor Kirchner, erigida como atracción de “La plaza de los sueños”. En su despacho, además de las camisetas de fútbol autografiadas de los equipos del distrito y la de su querido Argentinos Juniors, hay varias fotos en las que se lo ve con Cristina Kirchner, con Máximo, con Alicia, además de otros referentes como la titular de Abuelas, Estela Carlotto. Como representante de los sectores kirchneristas, Ferraresi fue incluido en la Comisión de Acción Política que el Congreso del PJ bonaerense armó el jueves pasado en La Matanza para que allí se discutan las candidaturas para 2017. El intendente destaca principalmente el documento que aprobaron, con un fuerte respaldo a Cristina Kirchner y con críticas a las políticas de ajuste del macrismo, tema inevitable en el balance del 2016 que se acaba de ir. “Igual hay sectores a los que les va mejor. No hay un achique de la economía, hay transferencia. En una ciudad como esta se ve en las petroleras y los bancos. Acá el restaurante más grande era un tenedor libre casi con 200 cubiertos que cerró y ahí abrió una concesionaria de autos de alta gama. Ahí se ve la transferencia”, explica.
–¿En Avellaneda cerraron fábricas durante este año?
–Cerraron pequeños comercios, y esa compra se transfiere a los supermercados. Ellos manejan stock, son formadores de precios, tienen una serie de ventajas. Todos los sectores que nosotros en los últimos doce años fuimos incorporando, en esto que hablamos de los “derechos”, se van perdiendo. En la Universidad de Avellaneda este año se perdieron dos mil alumnos. Es una cuestión económica. Dejan de ir porque aumento el colectivo, la fotocopia, cambió la economía familiar.
–¿Cómo interpreta el cambio de Dujovne por Prat-Gay en el gabinete?
–Más ajuste. Que el sector de la economía que más se va a favorecer es el financiero. El Estado en retirada, lo que ellos llaman recorte del gasto que para nosotros en muchos casos tuvo que ver con inversión. Está el caso clave que se vio en estos días con los despidos en Educación.
–¿Esta perspectiva ayudó a que se consensuara la unidad en el Congreso del PJ bonaerense?
–El documento que se firmó creo que expresa lo que siente el peronismo de la provincia de Buenos Aires con respecto a los últimos años y a este presente. A dónde hay que ir y lo que hay que recuperar. Hace varios meses que venimos trabajando, desde el encuentro en Lobos de todos los intendentes, y ahí me parece que encontramos un lugar de referencia.
–El inicio del congreso se demoró unas horas, eso es señal que se discutió hasta último momento. ¿Fue difícil llegar a un acuerdo?
–No, se demoró poco y nada, fue más cuestión de puntualidad que otra cosa. Lo bueno es que se llegó a un acuerdo donde están todos contenidos y además le hemos puesto contenido, que es lo más importante. No es sólo una unidad de nombres.
–En la primera parte del año había intendentes del peronismo que parecían más inclinados a mantener un buen diálogo con el gobierno nacional y provincial, y hoy daría la sensación de que ya no es así. ¿Qué pasó en el medio?
–Sí, al principio estuvieron en una disyuntiva equivocada que tenía que ver con la gobernabilidad. Y la gobernabilidad no tiene que ver con que uno cambie de idea, tiene que ver con mantener las ideas y las convicciones y generar buenas gestiones. También se sumaron intendentes nuevos, que no habían gestionado y por ahí entraron en una contradicción. Siempre vimos como una fortaleza durante el kirchnerismo que estuvieran los tres niveles de gobierno –nacional, provincial y municipal– trabajando en un mismo esquema. Siempre planteamos que los destinos de la ciudad tienen que ver con un proyecto nacional. A veces se quiere separar a la gobernadora María Eugenia Vidal de Mauricio Macri y eso es imposible porque son el mismo proyecto político. A los ajustes la gobernadora los acompaña de la misma manera y los resultados están a la vista. No hay ninguna política de la provincia diferenciada del proyecto nacional.
–La mayoría de los legisladores e intendentes del peronismo apoyaron el presupuesto bonaerense después de los cambios que se le hicieron.
–Sí, algunos no pero por cuestiones de matices. Está bien que el gobierno tenga presupuesto, el tema es para qué. Lo que hay que discutir es la matriz económica de la provincia. Es necesario tener un presupuesto para crecer. Este sigue teniendo déficit y se sigue sosteniendo con endeudamiento. El endeudamiento se convierte en una manera de sostener los gobiernos sin ningún cambio en la matriz económica ni poner las cargas en los sectores que se van beneficiando con las políticas del macrismo. Lo que está claro es que cuando uno analiza las políticas de la gobernación ninguna mejoró. La seguridad de la provincia está peor que el año pasado, los hospitales están peor, la educación está peor, las rutas provinciales siguen igual de mal, así que no hay ningún indicador para decir que esta gobernación va en una buena dirección. No tiene destino en una Argentina que se achica y una provincia que es muy dependiente del gobierno nacional. Además, la ausencia. Llevamos más de un año de gestión y a la gobernadora no la conozco. Intenté por teléfono cuando tuve alguna dificultad pero no hubo caso. La llamé seis veces que jamás me devolvieron el llamado.
–Es de imaginar que en el congreso del peronismo se tocó la cuestión electoral. ¿Imagina a intendentes participando de las listas de candidatos para este año?
–No hablamos en particular, pero sé que hay compañeros que tienen aspiraciones. Creo que los intendentes van a tener un rol importante en las elecciones legislativas.
–¿Para usted Cristina Kirchner tiene que ser candidata?
–Será lo que ella quiera ser. Es indiscutible líder de un espacio y de la oposición. Por eso el gobierno la ataca con un embate judicial y mediático fortísimo. Pero ella mantiene el liderazgo gracias a esos años de gestión que a la gente le dio derechos, que tiene una fortaleza invencible.
–¿Lo sorprendieron las sucesión de noticias judiciales de los últimos días que involucraron a Cristina Kirchner y a Milagro Sala?
–No, lo esperábamos. Tiene que ver con un método que no es particular de la Argentina sino que es la región. Le dieron una dinámica que en la última semana ha sido brutal. Siempre confiamos en el pueblo que es el que puede ayudar a sostener este embate que es muy peligroso y esta llegando a lugares muy complejos. La ex presidenta hizo un pedido que luego presentaron muchos diputados para que se investigue toda la obra pública pero la verdad es que no se quiere investigar porque ya tienen una tendencia bastante definida de hacia qué lado tienen que ir.
–Se especula con la posibilidad de que Florencio Randazzo sea candidato en la provincia. ¿Usted cree que lo será?
–La verdad, no lo he visto. Por supuesto, tiene una imagen positiva y es un compañero que puede aportar a la unidad. Tenemos las primarias que es una buena herramienta, siempre y cuando todos los partidos la jueguen. Porque si es sólo un partido el que entra en ese esquema después las heridas quedan, que fue lo que nos sucedió en la provincia de Buenos Aires en la última elección. Creo que esa experiencia nos va a servir para dejar las mezquindades de lado y hacer una elección inteligente, que es cuando uno plantea los candidatos que tienen mejor chance de ganar. Este proceso de unidad que fuimos armando a partir de cuestiones concretas nos va dando un ejercicio interesante, cómo se va dando la construcción y los liderazgos que empiezan a sobresalir por su compromiso. Eso se va a evaluar. Creo que Cristina está como para otro tema, como para liderar la región. Es importante seguir el proceso de Brasil, de Venezuela, de Ecuador.
–Habla de la necesidad de evitar una primaria muy confrontativa pero parece difícil congeniar lo que piensa algún grupo de intendentes que ve al kirchnerismo como algo del pasado. ¿Cómo se incluiría a Cristina Kirchner en esa idea?
–No, eso lo habrán dicho en otro momento. Hoy todo el mundo tiene la claridad, y es algo que quedó claro en el documento del congreso, que el dirigente más importante y que mejor mide en la provincia de Buenos Aires es Cristina. Pero eso dependerá de lo que ella quiera hacer. Siempre digo que con el kirchnerismo no alcanza pero sin el kirchnerismo no se puede. Por eso Cristina nos habla de construir nuevas mayorías y armar un frente incorporando nuevos actores.
–¿En ese frente incluye a Sergio Massa?
– No, el massismo es una opción completamente distinta. Es la opción del neoliberalismo al fracaso del gobierno de Macri, como alternancia al poder para los grupos concentrados y mediáticos. Para mí es un límite que está bastante claro. Además, a Massa parece que no le interesa. Lo que sí quiere es la derrota de nuestro espacio para que pueda crecer el suyo, pero eso no va a pasar antes de la elección de 2017. El que gane en esa elección se va a posicionar como un aglutinante para la construcción de la oposición para 2019.