La crítica situación política y económica que atraviesa el país fue parte de la conversación que la CGT mantuvo ayer con los senadores que integran el interbloque Argentina Federal que conduce Miguel Angel Pichetto. Los protagonistas reconocieron que no se habló con precisión del paro general que está meditando la central sindical pero los legisladores se mostraron “solidarios” con el camino que elija la central obrera. En el Consejo Directivo hay un acuerdo general sobre la imposibilidad de evitar una medida de fuerza pero, valga la paradoja, la diferencia gira una vez más en torno a la fecha de la huelga. El moyanismo pugna por convocar el paro para el jueves 14 en tanto que gordos e independientes prefieren que sea más adelante y meditan como probable el miércoles 27. El jueves deberá resolverse el diferendo.
A la salida del encuentro, realizado en la sede de la CGT, Pichetto no sólo dijo que hicieron un profundo análisis de la problemática política, económica y social sino que además resaltó el grado de “coincidencias en el diagnóstico”. El legislador dijo que hablaron de la “inquietud de los trabajadores frente a la pérdida de puestos de empleo y del poder adquisitivo”. En ese sentido, los legisladores se comprometieron a que todas los proyectos que lleguen al Senado y tengan que ver con el mundo gremial, como las tres normas que hacen referencia a la reforma laboral, “serán conversadas y trabajadas con la CGT”. En cuanto al paro general, el senador por Río Negro dijo que “hay un marco de solidaridad con lo que pueda definir oportunamente la CGT”.
Sin duda que este respaldo político cayó bien en un sector de la conducción de la central obrera que ve con buenos ojos el estilo de oposición que cultiva Pichetto y por eso promovieron el encuentro con este grupo de senadores. En el Consejo Directivo los referentes de gordos e independientes nunca ocultaron el temor a que una medida de fuerza habilite una mayor conflictividad social pero ahora comparten el diagnóstico de Pichetto sobre la responsabilidad del Gobierno en la tensión existente y, sobre todo, que “no se deja ayudar”. Por lo tanto, la discusión en el seno de la central obrera pasa ahora por el día del paro.
“Seguramente habrá un paro general”, dijo el triunviro Héctor Daer que no logró evitar la guardia periodística. El jefe del gremio de la sanidad evitó en todo momento dar precisiones sobre la fecha pero no descartó que se concrete incluso durante el campeonato de fútbol en Rusia. “Si el Mundial es un tema que puede perjudicar la conciencia de los trabajadores, estamos mal... Por seguir el resultado de un evento deportivo no vamos a perder el horizonte de nuestra visión crítica de lo que está sucediendo”, dijo. Luego reconoció que hay un contexto favorable para avanzar con la medida de fuerza: “Hace dos años nos dijeron que cambiábamos de Presidente y mejoraban las cosas, llovían los dólares. Un jueves nos dijeron que tenían todo el dinero para financiarse y el martes siguiente anunciaron que íbamos al FMI”, indicó a modo de queja.
Los dirigentes que integran el Consejo y responden al moyanismo pugnan porque el paro se realice el próximo 14 de junio. Sostienen que ante la gravedad de la situación económica no es posible dilatar más la realización de la medida de fuerza. Ayer, el secretario adjunto de Camioneros, Pablo Moyano, aseguró que está “esperando la decisión” para avanzar en un paro conjunto. “Hay un gran consenso para llamar a un paro nacional”, indicó y consideró que la medida de fuerza debe ser contundente: “Tenemos que estar todos juntos”, aseguró tras la reunión que mantuvo con referentes de la Iglesia junto a los titulares de las dos CTA, Hugo Yasky y Pablo Micheli, y el titular de la Bancaria, Sergio Palazzo. Incluso las dos CTA resolvieron suspender el paro convocado para este próximo viernes a la espera de la decisión de la CGT para que la huelga nacional tenga mayor contundencia.
El encuentro con los senadores fue el tercero de una serie de reuniones que realizó la central obrera en cuanto a la búsqueda de respaldo político al paro. Ya estuvieron con la Pastoral Social, con empresarios pymes e incluso con la conducción de regionales de la CGT. Ahora, como ocurrió hace un año, deben poner la fecha.