El canciller venezolano, Jorge Arreaza, calificó ayer de “fracaso estrepitoso” la votación de este martes en la Asamblea General de la OEA sobre una resolución en la que se desconoce al Gobierno de Nicolás Maduro y se abre la puerta a una eventual salida de Venezuela del organismo.
Arreaza argumentó que pese a las presiones de Estados Unidos, abanderadas incluso por el vicepresidente, Mike Pence, y el secretario de Estado, Mike Pompeo, Washington y el Grupo de Lima solo consiguieran 19 votos, suficientes para aprobar la resolución, pero lejos de los 24 necesarios para suspender al país caribeño como miembro de la OEA.
El canciller venezolano explicó que Pence había dado “órdenes muy precisas de carácter injerencista” para que los países miembros de la organización apoyasen intervenir las cuestiones internas, algo que a su juicio no ha prosperado, demostrando “la dignidad de los pueblos de las Américas”.
Arreaza indicó que pese a tratarse del país más poderoso del mundo el que empujaba las negociaciones a base de “extorsión”, y de que este ejerciera una “enorme presión” sobre los Estados miembros, finalmente el Grupo de Lima y Washington solo lograron los mismos votos que obtuvieron en el Consejo Permanente de febrero pasado, donde se pidió a Caracas que suspendiera la convocatoria electoral.
Para Arreaza, el Gobierno de Donald Trump ha desenmascarado el “imperialismo”, algo que ve “en el fondo” como algo “positivo”, y consideró que las presiones que llegan a Caracas desde la OEA responden a “un guión claramente establecido” que se ha repetido a lo largo de la historia para arrebatar la soberanía de los países americanos.
“Debo agradecer a los estados del Caribe, estados soberanos del Caribe, que fueron extorsionados por Estados Unidos”, y aun así no apoyaron la resolución, indicó el canciller. “Ayer fueron dignos representantes de sus pueblos y no se dejaron humillar”, aseveró.
Aunque la resolución abre la puerta a iniciar una vía para la suspensión de Venezuela de la OEA, fue el propio país quien solicitó de manera voluntaria su salida el pasado abril, algo que concluirá el próximo año, pero para lo que el presidente venezolano, Nicolás Maduro, pretende tomar medidas que aceleren el proceso.
Preguntado sobre esas posibles medidas, Arreaza no quiso entrar en detalles, pero deseó que Maduro “le tenga una agradable sorpresa al pueblo venezolano”. Arreaza reiteró que la decisión de salir de la Organización la ha tomado el propio Maduro, y cualquier otro intento por parte del foro “son argucias jurídicas” para confundir a los ciudadanos.
En cuanto a que el gobierno venezolano permita la entrada de ayuda humanitaria, Arreaza indicó que Caracas no va a permitir que ese procedimiento se convierta en una “invasión” estadounidense, por lo que llamó a que los países, empezando por Estados Unidos, levanten las sanciones sobre Venezuela si realmente quieren ayudar.
“No te dejo comprar comida, no te dejo comprar medicinas, no te dejo vender tu petróleo, y como no te dejo hacer nada me van a tener que pedir ayuda a mí”, dijo Arreaza, quien calificó estas medidas como un “bloqueo” económico.
“Si quieren ayudar, desbloqueen, levanten las sanciones, que el sistema internacional nos dé crédito. Si Estados Unidos no ha ayudado a Puerto Rico (tras el devastador huracán María) siendo un Estado Libre Asociado, cómo van a enviar ayuda humanitaria a Venezuela?”, se preguntó.
No obstante, Arreaza dijo que el gobierno de Maduro quiere “abrir un espacio” con la Administración de Trump, y le gustaría poder reunirse “como iguales” con el secretario de Estado Pompeo en “favor de la paz”.
Asimismo, indicó haberse reunido ayer con los senadores republicanos Orrin Hatch y Bob Corker, con quienes el gobierno de Maduro ha entablado ya un canal de diálogo.
El ministro de Comunicación de Venezuela, Jorge Rodríguez, dijo ayer que el gobierno de Nicolás Maduro considera inexistente la resolución aprobada el martes en la Organización de Estados Americanos (OEA) y que busca expulsar al país caribeño del organismo. “Esa resolución no existe porque contraviene la Carta” constitutiva de la OEA, “es inexistente para Venezuela y para el derecho internacional”, dijo el ministro en una rueda de prensa desde el palacio presidencial de Miraflores, en Caracas.
Rodríguez subrayó que la iniciativa que promovieron Estados Unidos y las 14 naciones que integran el Grupo de Lima para suspender a Venezuela del foro continental fue un “fracaso” y se trató del trigésimo segundo intento “para atacar a la patria venezolana” en los últimos cuatro años.
“Volvieron a fracasar, necesitaban 24 votos y solamente obtuvieron 19, uno menos de la última reunión” prosiguió tras denunciar supuestas “presiones” e “injerencias” de Washington hacia países del hemisferio para lograr los apoyos necesarios.
El ministro llamó en reiteradas ocasiones “sicario” al secretario general de la OEA, Luis Almagro, “ministerio de colonias” al organismo que dirige y “cartel” a la lista de países que conforman el Grupo de Lima y que es crítico de la revolución bolivariana.
Bajo esta túnica señaló que la resolución aprobada ayer, que abre la puerta a la suspensión y que desconoce la legitimidad de las elecciones del 20 de mayo, en las que Maduro fue reelegido, es “absolutamente violatoria” y “no representan la voz de los pueblos” de América.
Por ello, adelantó el ministro, “en las próximas horas Maduro va a lanzar una bombita (decisión)” para responder a la posición de la OEA y a todos los cuestionamientos que ha recibido su Administración por parte de más de la mitad del continente.
Rodríguez se negó a hacer algún tipo de juicio a los gobiernos que votaron en contra de Venezuela o que forman parte de la lista de 11 países que prefirieron abstenerse en la votación.
Es la primera vez que se aprueba en una Asamblea General una resolución sobre la crisis venezolana, tema que ya centró la anterior Asamblea General de la OEA en Cancún (México), pero que acabó sin una declaración condenatoria porque, en el último momento, el Caribe respaldó a Venezuela.