Cuando la restricción externa apremia, los yuanes dejan de ser papelitos de colores. Pese a ser una de las iniciativas del gobierno anterior más criticadas por referentes del macrismo, el jefe de Gabinete, Marcos Peña, confirmó ayer que se negociará con el Banco Popular de China ampliar el swap (intercambio) entre pesos y yuanes, que ya rige por el equivalente de unos 11.000 millones de dólares. No precisó cuál es la nueva cifra buscada. “Tenemos un intercambio activo con China que nos dejó el gobierno anterior y trataremos de hacerlo más grande”, dijo Peña en una entrevista en Londres. Esta línea de contingencia podría darle un respaldo extra a las reservas del Banco Central, junto con los fondos que provengan tras el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, al menos en materia de expectativas frente a una nueva corrida cambiaria. Pero al igual que el Fondo, China le pide garantías al Gobierno argentino antes de descongelar ese acuerdo que se interrumpió luego de que el titular del BCRA, Federico Sturzenegger, canjeara las tenencias de yuanes en dólares para financiar la fuga de capitales.
En el mercado la divisa reflejó la expectante calma de los inversores y cerró en 25,47 pesos, con un recorte de 9 centavos. En la baja local colaboró la caída de la divisa estadounidense frente al euro. Las reservas finalizaron en 50.048 millones de dólares, con un aumento de 89 millones respecto de la jornada anterior.
El acuerdo de swap se pactó por 11.000 millones de yuanes contra pesos. El 30 de octubre de 2014 se efectivizó el primer tramo con la incorporación a las reservas de 814 millones de dólares y se realizaron luego sucesivos desembolsos hasta completar el tope acordado. El convenio establece que el país que solicita este tipo de asistencia contingente paga una tasa de interés de entre 6 y 7 por ciento anual, y el plazo para revertir la operación, es decir, devolver los yuanes y recibir los pesos, es hasta tres años.
El año pasado se renovó el swap pero no se amplió el monto. “La línea, que había sido muy resistida por varios de los integrantes de Cambiemos, fue frenada por China cuando Sturzenegger convirtió la mitad del swap a dólares y los sacó de las cuentas chinas. Macri quiso después discutir acuerdos de asociación estratégica integral entre ambos países”, aseguró a este diario un ex funcionario. Esa conversión fue utilizada por el equipo económico para solventar parte de la fuga de divisas acentuada en los últimos meses.
El acercamiento a Estados Unidos implicó un giro geopolítico que enfrío la relación con China. Ahora, ávido de dólares para sostener las reservas, el gobierno inició negociaciones para ampliar ese monto.
Pese a que, al igual que el blindaje del FMI, no implica un ingreso genuino de dólares, los inversores exhiben cierta tranquilidad ante el tiempo que compra el Gobierno con este tipo de préstamos. En el mercado mayorista, donde compran y venden bancos y empresas, la divisa se retrajo seis centavos a 24,90 pesos, a la vez que disminuyó el volumen de negocios respecto del promedio de semanas atrás, al contabilizar operaciones por 663 millones de dólares. El Central mantuvo su oferta de 5000 millones de dólares a un precio de 25 pesos, como barrera, e intervino por el equivalente a 123 millones de dólares en el segmento de futuros, una operatoria también criticada por el macrismo e incluso llevada a la Justicia por integrantes de esa coalición política.