El gobierno de Mauricio Macri quiere evitar a toda costa el tercer paro nacional en su contra. En esa coyuntura convocó a la CGT para hoy a las 11 a una reunión de urgencia en la Casa Rosada. Esta se concretará apenas unas horas antes del encuentro del Consejo Directivo que, como se comprometieron, debe anunciar la fecha de la huelga. Ayer, el triunviro Juan Carlos Schmid confirmó la invitación pero dejó entrever el poco optimismo que despierta la convocatoria cuando afirmó que “nuestros reclamos exigen un cambio en el trazado económico y ahí no me animaría a adelantar una expectativa”. Por si acaso, aseguró que “el paro no se descarta y ya dijimos que si no hay soluciones habrá una medida de fuerza”.
El convite llegó pocos minutos antes de que se realizara la reunión de mesa chica de la central obrera que se estaba por realizar en la sede de UPCN. La intención de ese encuentro era alcanzar un preacuerdo de la fecha del paro nacional que tanto Schmid como el propio Héctor Daer habían anunciado en sendas declaraciones públicas. Pero el llamado que recibieron desde el Ministerio de Trabajo alteró la agenda. Tan es así que el mitin tuvo una extensión de inusuales tres horas.
Hasta que el Gobierno hizo su jugada el debate en la mesa chica debía pasar por la definición de la fecha del paro. Schmid junto a los gremios que giran alrededor del universo moyanista son de la idea de realizar la medida de fuerza el próximo jueves 14 de junio. En tanto, gordos e independientes, que hasta el llamado, no veían ya una alternativa para posponer el paro hacían fuerza por realizarlo el jueves 28 de junio.
Con la intromisión gubernamental el encuentro se utilizó para elaborar la agenda de temas que presentarán en la Rosada cuando los reciban el jefe de gabinete del Ministerio, Ernesto Leguizamón, (Jorge Triaca se encuentra en Ginebra participando de la Conferencia de la OIT) y los vicejefes de Gabinete, Mario Quintana, y Gustavo Lopetegui, además del ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne.
Si bien la jugada del Gobierno puede considerarse como de manual, lo cierto es que no tienen mucho para ofrecer ante la magnitud de la crisis económica en general y frente a los despidos, el cierre de empresas y los magros acuerdos paritarios que se han realizado hasta el momento. Será por eso la falta de optimismo que trasmitieron las declaraciones de Schmid. El titular del gremio de Dragado y Balizamiento reconoció que mientras estuvieron reunidos puntearon la agenda de temas que le presentarán a los funcionarios. Sin embargo, advirtió que ante la amplitud y diversidad de ese listado complica la posibilidad de escuchar una respuesta oficial que alivie la tensión.
Schmid no sabe si esta reunión será útil pero dijo que eso corre por cuenta de los funcionarios: “La pelota está en el campo del gobierno que se ha metido solo en un laberinto económico, nadie lo ha empujado y menos el sindicalismo”, dijo para luego sostener que “todos sabemos que esta corrida cambiaria la provocó el mal manejo de la gestión económica y nosotros vamos a plantear las necesidades que tenemos al efecto de tener alguna solución a lo que venimos planteando”.
El punto más complicado, al menos para Schmid, es que buena parte de las exigencias de los trabajadores implica necesariamente “un cambio en el trazado del plan económico”. El dirigente sindical señaló que es preciso que se abran nuevamente las paritarias y que esta vez sean definitivamente sin techo.
“Nosotros venimos diciendo hace tiempo que creemos que deben corregir algunos aspecto del plan económico con lo cual es bastante complejo que el gobierno genere hechos de confianza. Hasta ahora buen diálogo pero los resultados siempre fueron pobres”, concluyó el triunviro.