El Programa Nacional de Olimpíadas del Ministerio de Educación contará este año con un presupuesto un 25 por ciento menor al del año pasado, ya que recibirá los mismos fondos que en 2017, sin actualización por inflación. Las universidades que organizan las ocho olimpíadas nacionales evalúan dónde recortar para mantener el proyecto a flote, mientras le reclaman al Gobierno que actualice el financiamiento.
Tradicionalmente, el Ministerio de Educación auspicia y financia ocho olimpíadas argentinas: Ciencias Junior, Biología, Física, Química, Informática, Filosofía, Geografía e Historia, que son organizadas por universidades de todo el país. La iniciativa busca ser un puente entre el nivel educativo secundario y el mundo universitario y cuenta con instancias progresivas de competencia para los estudiantes: escolar, provincial, regional, nacional, iberoamericana e internacional. De acuerdo con lo estimado por los académicos involucrados, en su conjunto las diferentes olimpíadas suman un presupuesto cercano a los 30 millones de pesos.
La Universidad de Buenos Aires (UBA), a través de su Facultad de Ciencias Exactas y Naturales, es responsable de la Olimpíada Argentina de Química. El consejo directivo de la facultad expresó en una resolución su preocupación por el ajuste de hecho que sufrió el presupuesto y solicitó a la cartera que hoy conduce Alejandro Finocchiaro la actualización de los fondos para evitar el recorte de actividades. En su declaración, el consejo recordó que el Indec consideró que la inflación del último año fue del 24,8 por ciento.
El decano de Exactas, Juan Carlos Reboreda, aseguró que en esa disciplina Argentina tiene la mejor performance de Latinoamérica, comparable con países como Australia o Canadá. Además, subrayó la importancia que tiene el programa en el estímulo de vocaciones científicas en los jóvenes, ya que muchos estudiantes se inclinan por carreras del sector científico luego de participar en los certámenes.
Mario Tagliazucchi es uno de los ex estudiantes a los que el paso por las olimpíadas les marcó la carrera. Participó de las olimpíadas de Química en dos ocasiones y en 1999 logró una medalla de oro y fue segundo en el ranking mundial. Hoy es profesor de la UBA e investigador del Conicet. “Es una experiencia muy fuerte viajar a esa edad, uno siente que realmente va a afuera a representar al país. Además, las olimpíadas son una forma muy eficiente de acercar a los chicos a la ciencia. Es difícil a veces orientarse a ese tipo de carreras, si no hay un profesor que te motive”, aseguró Tagliazucchi.
De todos los gastos a los que las universidades deben hacer frente, el que más fondos se lleva es el pago de viáticos para que los estudiantes y docentes asistan a instancias nacionales e internacionales, por lo que la última devaluación del peso complejizó aún más el panorama. Desde Exactas aseguraron que tuvieron que recortar todos los números. El año pasado participaron alrededor de 300 chicos con 100 profesores, pero este año el número de asistentes será menor, tanto de docentes como de alumnos. Además, la facultad tuvo que adelantar los fondos de cinco pasajes para que los representantes de Argentina puedan viajar a la Olimpíada Internacional de Química que se realizará en República Checa.
El director de la Olimpiada Informática Argentina que organiza la Universidad Nacional de San Martín, Mariano Maluf, aseguró que por el ajuste, a diferencia de los años anteriores, en 2018 evalúan no aumentar la cantidad de escuelas participantes. Además, suplirán algunas actividades presenciales por instancias virtuales. “No es lo mejor, pero es la manera de seguir adelante. Tratamos de derramar los conocimientos que se manejan a nivel universitario al nivel medio. Algunos de los chicos se vienen preparando hace varios años, tenemos que seguir para no frustrar sus sueños”, explicó el director.
La Universidad Nacional de Tucumán está a cargo de la Olimpíada de Filosofía de la República Argentina. Desde allí aseguraron que por el recorte de presupuesto evalúan que los diez empleados de la universidad que trabajan en la organización del certamen no actualicen su salario y cobren lo mismo que el año pasado.
Ingrid Placereano, una de las capacitadoras docentes de las Olimpíadas de Filosofía, destacó que éstas tienen un “plus” que las hacen aún más importantes: “Tiene que ver con que nuestros jóvenes puedan pensar la realidad que les toca vivir, reflexionar y actuar en ella. Es darles la palabra a los chicos y visibilizar sus experiencias, que son de realidades totalmente diferentes, porque el programa es bien federal.”
Informe: Inés Fornassero.