El anuncio oficial del acuerdo con el FMI causó rechazo y preocupación en la oposición política y parlamentaria. Una lista en la que se anotaron los diputados del FpV-PJ, el Frente Renovador, el Bloque Justicialista, el FIT, Libres del Sur, el Movimiento Evita y la Ctep.
“Tenemos la certeza de que el acuerdo con el FMI va a tener consecuencias sociales horribles. Va a profundizarse la recesión, el ajuste empeorará el mercado interno y la situación social se agravará. No estamos planteando ninguna campaña del miedo. Existen sobrados ejemplos de que se aplicará en la Argentina un modelo que ya ha fracasado en todos los países donde se llevó a cabo, sólo basta con mirar la realidad de Grecia. No es un invento ni busca poner palos en la rueda”, sostuvo el bloque de diputados del FpV-PJ. “Creemos que el apuro de Mauricio Macri por acordar con el Fondo va en contra de los intereses de la Nación y del pueblo argentino. Por eso, seguimos exigiendo que el acuerdo sea discutido por los legisladores en el Congreso Nacional, de frente a los argentinos”, agrega el comunicado.
Desde el kirchnerismo también hubo expresiones individuales a través de las redes sociales. “El Presidente y su gabinete siguen sin escuchar a la gente. Este acuerdo no tiene legitimidad social ni popular”, advirtió el jefe de la bancada de diputados, Agustín Rossi. “Sólo una banda de grandes mentirosos y miserables sinvergüenzas, como son los funcionarios de la derecha macrista, pueden presentar como buena noticia el acuerdo con el FMI”, disparó el socialista Jorge Rivas.
“Lo que se viene es un flor de ajuste y no hay margen social para hacerlo”, sostuvo uno de los referentes económicos del massismo, Aldo Pignanelli. “Ningún país está feliz de ir a un acuerdo con el FMI. No es una virtud. El Gobierno tiene que recurrir al Fondo dada su aberrante gestión económica y eso es como quemar las naves. No hay nada que festejar”, agregó el economista con el guiño de Sergio Massa.
“El acuerdo con el FMI es un retroceso a los peores momentos que vivió la Argentina en las últimas décadas. Un lugar adonde pensábamos no volver. Ahora hay que trabajar para salir del infierno nuevamente”, apuntó Fernando “Chino” Navarro, dirigente del Movimiento Evita. “Mas allá de las onerosas condiciones de ajuste que conllevan estos créditos, lo concreto es que la enorme deuda externa que han vuelto a contraer es una pesada losa sobre el desarrollo productivo del país”, expresó su flamante socio político Humberto Tumini, de Libres del Sur.
“Una capitulación histórica del gobierno de Macri que sostiene la especulación, la timba y la fuga de capitales, más deuda para las próximas generaciones. Bajo la falacia de equilibrio fiscal se viene un ajuste brutal, con este rumbo económico se pone en riesgo la paz social. El horizonte para los trabajadores y los humildes es de lucha”, indicó Gildo Honorato, dirigente de la Ctep.
“Recurrir al FMI aumentando la deuda en 50 mil millones de dólares bajo el pretexto de ‘evitar la crisis y ser un país normal’ no es motivo de festejo. Refleja el fracaso de políticas que luego de dos años y medio no pudieron encauzar al país en un sendero de crecimiento y desarrollo –planteó Pablo Kosiner, del Bloque Justicialista–. El Gobierno debe explicitar cuáles van a ser las variables del ajuste fiscal que permitirían una baja drástica del déficit sin crecimiento. No estamos de acuerdo que la mayor parte caiga en la obra pública y las transferencias a las provincias.”
Desde el FIT, también salieron al cruce del acuerdo. Para el diputado Nicolás del Caño (PTS), “significará miles de despidos, menos presupuesto para salud y educación, más ajuste a los jubilados, y reforma laboral”. “Fue una conferencia encubridora. En primer lugar, porque no dijeron que la salida de divisas deberá ser financiada por una nueva devaluación. El monto del que hablan del préstamo es para cubrir los vencimientos de capital e intereses de deuda de los próximos dos años”, sumó el legislador porteño Marcelo Ramal (PO).